El Real Zaragoza deambulaba sin rumbo aparente. En ese momento la dirección del club decidió dar un giro al proyecto y prescindir del entrenador. Imanol Idiakez cedería su puesto a Lucas Alcaraz, que hereda un equipo sumido en una crisis de identidad, juego y resultados. Para muestra solo hay que observar los datos del equipo en estas diez primeras jornadas de campeonato.
Lo cierto es que la marcha del equipo comenzó bastante bien. Dos victorias y dos empates en los cuatro primeros partidos, amén de otro triunfo, en Copa del Rey frente al Deportivo, así lo atestiguaban. Pero los registros iban más allá: el Zaragoza anotó siete goles y solamente encajó dos en esos cuatro choques. En el último de ellos, una victoria por 0-4 al Real Oviedo en el Carlos Tartiere parecía el punto de inflexión de un equipo que, definitivamente, daría el salto para competir por el ascenso.
De hecho, el equipo marchaba tercero con 8 puntos, únicamente detrás del Málaga con 12 y el Mallorca con 9. No obstante, supuso un punto de inflexión en el otro sentido. Desde aquella victoria, el Real Zaragoza no ha vuelto a sumar de a tres. Seis partidos en los que los blanquillos no han ganado. Tres derrotas y tres empates, además de caer en Copa del Rey contra el Cádiz, supusieron el despido de Idiakez y la llegada de Lucas Alcaraz.
En esos seis partidos el balance es de tres puntos de 18 posibles. Con un total de 11, el Zaragoza ha pasado de estar tercero a 16º, gracias al colchón que obtuvo en ese buen arranque liguero. Además, el balance goleador es de seis goles anotados por nueve encajados; y solamente dos tantos en los últimos tres partidos. El peor equipo (o uno de ellos) de ese tramo de competición.
Para hacernos una idea, solo hay un equipo, aparte del Zaragoza, que no haya vencido ninguno de sus seis últimos partidos, y es el Cádiz, actualmente en puestos de descenso. Los amarillos, en esos seis partidos, ha anotado cuatro goles por los siete que ha recibido, lo que hace un balance de -3 en ese período, al igual que los blanquillos. Esta será la crisis que tendrá que solventar Lucas Alcaraz. Primera parada, el Martínez Valero, frente al Elche.