La nueva vida de Juanele

Juan Castaño Quirós, 'Juanele', el 'Pichón de Roces', exfutbolista del Real Zaragoza, se esfuerza por ser feliz. Blanquillo hasta 2004 y ganador de dos Copas del Rey, no lo pasó muy bien tras su retirada. Sufrió una depresión, le detectaron que era bipolar y llegó a pisar en dos ocasiones la cárcel. Ahora, a sus 47 años vive "tranquilo", según una entrevista a El Comercio. En ella ha repasado algunos momentos duros que ha vivido. El más extremo, su estancia de un año en prisión acusado de malos tratos a su exnovia. Juanele la califica de "complicada", si bien "se se me pasó rápido porque la culpa de estar allí solo la tenía yo. No había más. En mi cabeza solo estaba eso. Fue culpa mía. Tenía que asumir lo que hice y cumplir el año".

El futbolista afirma para el diario asturiano que tuvo el apoyo de su exmujer, de su hija, "con las que hablaba todos los días. Fueron muy importantes". Para Juanele, ahora mismo su hija es "lo más importante". En esta segunda experiencia en la cárcel tenía tan asumida su culpabilidad que ni quiso aprovechar sus permisos para salir seis días, ni aceptaba visitas. En esa estancia aprovechó para "leer mucho".

Hablando de fútbol, Juanele afirma que ve mucho al Real Zaragoza. Ahí vivió grandes momentos pero también le detectaron que era bipolar. El Pichón de Roces afirma para El Comercio que él lo empezó a sentir porque "lo notaba por cosas que hacía en el campo y fuera de él. Me di cuenta de que era bipolar. Necesitaba tratamiento y ayuda. Tuve mucha suerte. Conseguí esa ayuda en Gijón gracias a una psiquiatra. Ahora estoy fenomenal". Al principio "no lo aceptó", pero enseguida se puso en manos de profesionales.

Sobre su estancia en el Real Zaragoza, recuerda con especial cariño a dos excompañeros, Paco Jémez y José Ignacio. Ahora, alejado de los terrenos de juego pero disfrutando del fútbol igualmente, afirma estar "en el mejor momento".