En una semana más de agitación, el Real Zaragoza deberá viajar hasta Tarragona para enfrentarse al Nàstic. Dos equipos con elementos comunes, entre otros, la presencia en zona de descenso, que buscarán lograr los tres puntos para tomar oxígeno en una situación tremendamente delicada.
Nàstic y Real Zaragoza han vivido durante las últimas temporadas vidas paralelas. Salvo en el caso de la pasada campaña, en la que el equipo catalán luchó por no bajar y los aragoneses por el ascenso, en las dos anteriores ambos equipos habían luchado las mismas batallas, incluso con duelos directos de alta tensión –en el recuerdo, el penalti errado por Lanzarote ante Reina–.
Lo mismo sucederá el próximo lunes en el Nou Estadi de Tarragona. Con ambos equipos en zona de descenso, los tres puntos se presumen un botín de vital importancia. Cuenta además los dos conjuntos con una particularidad, y es que son de los pocos que han decidido cambiar de entrenador. Son apenas cuatro los técnicos que han caído en estas doce jornadas, sumándose Etxeberría en el Tenerife y Javi López en el Lugo. Lejos queda ya el tiempo en el que los banquillos quemaban y los cambios de entrenador se sucedían prácticamente cada semana.
Hasta el momento, además, tampoco puede decirse que los nuevos técnicos hayan cambiado la cara de sus respectivos equipos. Conocido es el mal inicio de Lucas Alcaraz en el Real Zaragoza. Dos derrotas consecutivas, ante Elche y Granada, y una imagen poco alentadora de cara al futuro inmediato. Algo mejor le fue a Enrique Martín en el estreno, en el que logró vencer al Real Oviedo, aunque volvió a caer en la última jornada en su visita a Albacete.
Se presenta pues el duelo entre ambos como la mejor oportunidad para los dos equipos de retomar el rumbo y tratar de salir de la zona roja con la mayor celeridad posible.