Llega el Córdoba al estadio municipal de La Romareda con la firme intención de conseguir un buen resultado que sirva para revertir la mala racha del equipo desde que se inició la campaña y que se agudiza especialmente fuera de caso. Algo para lo que los andaluces han buscado un revulsivo desde el banquillo, con la contratación de Curro Torres para sustituir a Sandoval.
El que fuera futbolista, especialmente recordado por su paso por el Valencia, sabe bien de la dificultad que supone jugar en el coliseo zaragozano. Un estadio en el que vivió grandes noches con el equipo che, al que sendas victorias en 2002 y 2004 acercaron a los dos títulos ligueros obtenidos de la mano de Rafa Benítez y que dejaron, entre otras, imágenes inolvidables como la del expresidente, ya fallecido, Jaime Ortí ataviado con una peluca naranja.
Tras colgar las botas, se inició en las labores de técnico en el filial del conjunto valencianista, en el que estuvo cuatro temporadas antes de dar el salto al Lorca, en el que apenas duró 19 jornadas –con derrota por 0-2 ante el Real Zaragoza incluida–, un breve paso por el fútbol croata y en la actual experiencia en el Córdoba.
Entre ambos momentos en la vida del Torres, hubo un impás en el que las visitas a la capital del Ebro tenían otras razones. Concretamente en el año 2012, el que fuera lateral de la selección española disputó el torneo de tenis para exfutbolistas organizado en Zaragoza. En aquella tercera edición, Curro Torres se vio las caras con, entre otros compañeros, Aitor López Rekarte, Óscar Arpón, Santi Ezquerro o los exzaragocistas Javier Villarroya, Xavi Aguado o Víctor Muñoz.
Así, del Real Zaragoza Club de Tenis se marchó Curro Torres con el título bajo el brazo, tras superar en la final a Jose Soler. Sin duda, un momento muy diferente al que vivirá el alemán en su visita del próximo domingo al estadio de La Romareda.