Una mañana para mirarse a la cara
El Real Zaragoza ha comenzado a preparar concienzudamente el encuentro del próximo fin de semana en Riazor frente al Deportivo de la Coruña. Una primera toma de contacto tras la jornada de descanso del martes y en la que, ya en frío, el técnico del equipo aragonés Lucas Alcaraz ha querido medir los ánimos de la plantilla.
En una sesión que ha comenzado con los futbolistas en el gimnasio, desde donde han saltado al césped del campo habitual de entrenamiento del primer equipo del Real Zaragoza. Una vez sobre el verde, el entrenador del equipo aragonés ha tomado la palabra. Durante cerca de diez minutos ha charlado animadamente con sus futbolistas, todos ellos con rostro serio.
Tras la charla ha sido el momento de comenzar el trabajo. El entrenamiento ha tenido al balón como gran protagonista desde el primer momento. Junto al esférico, otros dos nombres propios han copado la atención en la sesión: Alberto Guitián y Giorgi Papunashvili.
En el caso del primero, tras ejercitarse en solitario durante la mañana del martes, ha sido esta la primera ocasión en la que el recién llegado defensa cántabro se ejercitaba junto a sus nuevos compañeros. Antes incluso del acto de presentación que tendrá lugar en La Romareda y donde tendrá ocasión de volver a pisar el césped del coliseo zaragozano.
Más sorprendente ha sido la presencia de Papu en el entrenamiento. Tanto es así que el jugador georgiano no ha estado presente en la charla de Alcaraz y se ha incorporado al grupo una vez comenzaban ya a ejercitarse con balón. Durante los primeros instantes de la sesión, el atacante blanquillo se ha mostrado como uno más, sin síntomas aparentes de dolor. Un auténtico paso adelante de cara a su recuperación.
Apenas los primeros pasos hacia un reto notable, el de asaltar el estadio de uno de los equipos que se sitúan en la parte alta de la clasificación y que ha hecho de Riazor un auténtico fortín.