Alberto Soro ya es una realidad. Víctor Fernández le dio el pasado sábado la oportunidad de ser titular con el Real Zaragoza y el canterano no falló. En un partido fuera de casa, en un campo pequeño, ante una defensa de cinco... Soro fue el mejor del equipo en cuanto a rendimiento y números. El de Ejea lideró la mayoría de los rankings de su equipo en Majadahonda. En ataque, fue el que más disparó. Tres tiros fuera, el disparo al poste y su espléndido gol. Un tanto que estuvo entre los mejores de la jornada según LaLiga 1|2|3. Además, le ganó once duelos a sus rivales. Tan bien estuvo con balón como sin el esférico. Soro confirmó (si no lo había hecho ya) tener personalidad aparte de calidad. Sus controles orientados al área, sus gambeteos y regates le aportaron mucho a un Zaragoza muy necesitado de pólvora. Fue además el que le cedió el balón a Eguaras para que provocara la falta que se saldó con el 2-2. Llegado del juvenil hace unos meses, Soro hizo en el Cerro del Espino su mejor partido en cuanto a números desde su promoción al primer equipo.
La titularidad del canterano llegó tras no haber contado para Víctor en sus dos primeros partidos. Fue en la segunda parte contra el Málaga cuando le dio su oportunidad, y no decepcionó. Soro deleitó a la grada ante una defensa, la andaluza, muy cerrada. Ahora, el joven jugador tiene el presente y el futuro en sus manos. Ya ha pasado casi medio año desde su debut y sus dos últimos partidos no han hecho más que reforzarle.
Nacido en 1999, Soro es una de las joyas de una hornada de grandes futbolistas que el año pasado quedaron segundos en División de Honor tras el Barcelona. Aquel juvenil contó con nombres como Baselga, Tresaco, Azón, Clemente, los hermanos Vicente... Junto a Clemente y David Vicente, hizo grandes amistosos con el primer equipo. Los goles que marcó ante la Real Sociedad y el Leganés le llevaron a ser la sensación del verano para la afición, y le dieron un pasaporte para el primer equipo. Con Idiakez fue quemando etapas, con buenas actuaciones y un gol en el Tartiere hasta ser titular en La Romareda a finales de octubre en un duelo ante el Tenerife. Aquel partido se saldó con empate y fue la despedida del técnico vasco. Con Alcaraz sólo tuvo algunos minutos, 20 en el partido que más.
Ahora, bajo la atenta mirada de Víctor, y flotando entre su sistema y fútbol ofensivo de toque y control, Soro quiere demostrar que el presente y el futuro son suyos.