Pasado ya el ecuador de la competición, el Real Zaragoza se sitúa en 17ª posición, dos puntos por encima del descenso, que lo marca el Extremadura. Esa situación que vive el equipo aragonés se debe en gran parte a la gran cantidad de goles que ha recibido. Son 30 los goles encajados en 22 partidos. Y, como consecuencia, por media, el Real Zaragoza recibe más de un gol por encuentro.
Además, es el cuarto equipo de la categoría al que más tantos le meten, por detrás de Córdoba, Nàstic y Extremadura. Por lo que esa facilidad con la que le anotan los rivales es una de las asignaturas pendientes en defensa de los chicos de Víctor Fernández.
Tras 22 jornadas y dos eliminatorias de Copa del Rey, el Real Zaragoza ha conseguido dejar su puerta a cero en únicamente tres ocasiones. En casa del Reus y del Oviedo y en La Romareda ante el Córdoba, son las singulares ocasiones en las que el cuadro blanquillo ha conseguido evitar un tanto rival.
De esos tres partidos, el equipo obtuvo los tres puntos solo frente al Oviedo, en aquel espejismo de partido que venció el plantel de Idiakez por 0-4. En los otros dos, el empate a cero fue lo que acabó marcando el luminoso.
Desde siempre en el fútbol, cuantos menos goles en contra tenga un equipo, mejor le irá. Mantener la portería imbatida es vital, y aún más en una competición como LaLiga 123. Como claro ejemplo actual está el Alcorcón. El equipo alfarero estuvo en la parte más alta de la tabla hasta que empezó a cosechar goles en contra. Pero hasta entonces, con solo ocho goles de los rivales en las primeras 16 jornadas, nadie lo movía de arriba.
Además, otro ejemplo más familiar es el del curso pasado del propio Real Zaragoza. En la gran segunda vuelta que consiguió, de los 21 partidos no encajó ningún gol en uno de cada tres. Por lo que, asegurar el propio arco genera que el equipo consiga como mínimo un punto en cada jornada, y para ello, Víctor tiene trabajo en labores defensivas.