El Real Zaragoza no tendrá que imponerse únicamente a Las Palmas sobre el terreno de juego. Al equipo aragonés le esperan tres días frenéticos, de ratos muertos en el aeropuerto, de hoteles, comer fuera... y autobús y horas de carretera. El domingo arranca la odisea a Las Palmas. El equipo aragonés partirá a primera hora en autocar desde la Ciudad Deportiva camino a Madrid. Tras comer en el aeropuerto, los jugadores zaragocistas despegarán a las tres de la tarde rumbo a la Isla. Una vez ahí, un breve descanso y entrenamiento a las siete de la tarde (hora canaria) en Maspalomas. El domingo noche la expedición blanquilla dormirá en el Hotel AC Gran Canaria, lo mismo que el lunes tras jugar el partido.
El regreso está previsto para el martes a las diez en punto de la mañana. Poco antes de las dos de la tarde se habrá aterrizado en Madrid... una vez ahí el autocar les recogerá y les llevará de vuelta a Zaragoza. Un viaje largo, de muchas horas de duración y varias fases, que empezará el domingo y finalizará el martes. Tras el periplo, no habrá mucho tiempo ni para descansar ni para preparar el próximo partido. Y es que tras el duelo contra los canarios, la mala suerte ha querido que se juegue fuera de casa contra el Lugo. Y, por razones está vez ajenas a la fortuna, el duelo es el sábado. Las cosas del infierno de la Segunda división... Es decir, tras la paliza de viaje a Las Palmas, los aragoneses se tendrán que someter con muy poco tiempo de intermedio a un viaje de más de seis horas por carretera hasta la ciudad gallega. Pero eso será ya otra historia.