El Real Zaragoza ha vuelto a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva en la mañana del martes para continuar la preparación de cara al compromiso liguero frente al Albacete. Una sesión, la primera en la que el grupo ha trabajado con normalidad, en la que se ha podido ver a un Víctor Fernández muy pendiente de alguno de sus jugadores.
Concretamente, el entrenador del Real Zaragoza ha tenido momentos especialmente cariñosos con tres futbolistas, que además, son de los fijos en el once durante las últimas jornadas, en las que el equipo aragonés ha conseguido buenos resultados en las salidas tanto a Las Palmas como a Lugo, obteniendo un botín de cuatro puntos en dos encuentros lejos de La Romareda.
El primero ha sido Alberto Soro, al que el entrenador se ha acercado mientras el jugador realizaba los ejercicios bajo mando del preparador físico Javier Chocarro. Un intercambio de comentarios que les ha hecho esbozar una sonrisa a ambos. Algo similar a lo que ha sucedido con otro de los fijos, James Igbekeme, con el que Víctor Fernández ha intercambiado unas palabras y un gesto cariñoso, acariciando la cabeza del centrocampista nigeriano.
Algo más tarde, cuando los futbolistas se dirigían ya a tocar balón, el técnico ha llamado a Álvaro Vázquez. Con el delantero también ha mantenido una breve conversación que ha finalizado también con la sonrisa de ambos. A buen seguro, el entrenador ha querido quitar hierro a los errores cometidos por el delantero en el Anxo Carro, entre ellos dos claras ocasiones, una sin oposición ante la portería y otro, un penalti herrado. Todo ello tras dos jornadas consecutivas marcando, lo que muestra la necesidad de encontrar la mejor versión del atacante.
Trabajo psicológico de Víctor Fernández, fundamental en la reacción del equipo y que sigue siendo importante en la búsqueda de nuevos objetivos para el equipo aragonés.