Pocos jugadores han dejado una huella tan profunda en el zaragocismo durante los últimos años como él, Borja Iglesias. Además de por su juego, cimentado en una notable cifra goleadora, el carisma del futbolista gallego y su cercanía a los aficionados convirtieron su estancia en Zaragoza en algo más que una experiencia deportiva.
Así lo demuestra el jugador cada vez que tiene ocasión y le responde la afición, que mantiene el cariño a Borja por encima incluso de la mayoría de los integrantes de la actual plantilla. Cabe recordar que incluso desde el Ayuntamiento de Zaragoza se quiso reconocer la figura del exfutbolista blanquillo, al que se nombró hijo adoptivo de la ciudad.
Pese al paso de los meses, en los que Borja Iglesias ha mostrado su nivel en LaLiga Santander con el Espanyol, el gallego sigue tremendamente ligado al Real Zaragoza. Así lo mostró una vez más al acudir a la presentación del libro del doctor Villanueva en la Ciudad Condal. Una forma de empaparse de zaragocismo rodeado de nombres de relevancia en la historia del equipo blanquillo. Junto a Borja estuvieron el doctor Villanueva, el que fuera entrenador del conjunto aragonés, Paco Flores o exjugadores como Narciso Juliá y Pichi Alonso, además de Raúl Longhi que fuera ayudante de Víctor Muñoz.
Ya en posesión del libro, Radiografía de una pasión, el delantero puede seguir indagando en la historia del Real Zaragoza a través de las páginas escritas por el que fuera doctor del club durante años y en las que escribe anécdotas y sucesos vividos en primera persona por una de las personas más relevantes del club durante las últimas décadas.