Para estrenar el mes de abril, el Real Zaragoza recibe al Nàstic de Tarragona este próximo lunes. Un partido concebido con un aire especial por lo que se juegan ambos equipos. Y además, por los últimos enfrentamientos entre aragoneses y catalanes en La Romareda, que han traído consigo varias polémicas en las que los locales han salido perjudicados.
En la temporada pasada, el añorado delantero, ahora en el Espanyol, tuvo mucha repercusión en los dos partidos ante el Nàstic. El de la segunda vuelta seguro que lo disfrutó mucho más, ya que anotó el gol de la tranquilidad. Pero en el de la primera, en La Romareda, Borja fue expulsado de manera injusta.
Al borde del descanso y con el Real Zaragoza por delante, tras un testarazo de Toquero a la salida de un córner, el partido iba a cambiar por completo. Era otro saque de esquina favorable a los locales, cuando el gallego pasó al lado de Dimitrievski, rozándolo de manera leve. El portero del Nàstic se tiró al suelo simulando una agresión de Iglesias, que el árbitro creyó. Le sacó la segunda amarilla y lo mandó a los vestuarios antes de tiempo.
Al final del choque, el conjunto aragonés se dejó dos puntos por el camino, ya que el Nàstic acabó anotando el gol del empate a menos de cinco minutos para el final del encuentro.
Era la temporada 15/16 y faltaban tres jornadas para el final del campeonato. Ambos equipos estaban situados en la zona alta de la tabla, peleando por el ascenso. El partido transcurría con incertidumbre y con el 0-0 en el marcador, hasta que en el minuto 83, el árbitro se inventó un penalti de Guitián por mano, a pesar de que el balón le dio en el pecho claramente. Y el Nàstic no perdonó.
Pero el Real Zaragoza no se iba a rendir tan fácil. Era el minuto 89 cuando, a la salida de un córner, el balón le dio en la mano a un jugador grana. El árbitro señaló la pena máxima, y es ahí cuando comenzó el espectáculo del portero Manolo Reina, que ahora milita en el Mallorca. Empezó a pisotear el punto de penalti y a encararse con Lanzarote, jugador que iba a tirar el penalti.
Al final, tras una larga tangana, el disparo de Lanzarote se marchó por encima del larguero debido a la mala situación en la que Reina dejó el punto de penalti y a la tensión que se generó en tan poco tiempo. Y el Nàstic consiguió tres puntos vitales en La Romareda.