Semana larga la que se le presenta por delante al Real Zaragoza. El equipo aragonés acumula días sin jugar partido oficial y las ganas por revertir las malas sensaciones del partido frente al Alcorcón se palpan en el ambiente. Mientras tanto, el trabajo diario va subiendo de intensidad con el paso de las jornadas en busca de encontrar la fórmula para el asalto al Nuevo Arcángel de Córdoba.
Tras una semana en la que el trabajo se basó en recuperar el estado de ánimo de los futbolistas y en tratar de mejorar el aspecto físico con entrenamientos más relajados, la vuelta a la actividad ha supuesto un salto de nivel, volviendo a la rutina dominada por el trabajo con el balón sin escatimar en el esfuerzo.
Así, los aragoneses han tenido tiempo para afina la puesta a punto en ejercicios de pase y situaciones de ataque, siendo la necesidad de anotar en Córdoba una obligación, pues el equipo andaluz destaca por su capacidad goleadora como local.
A nivel individual, Víctor Fernández ha podido contar con Carlos Nieto, recuperado del proceso febril que le impidió entrenar el pasado martes y que permite respirar aliviado al técnico, que cuenta con al menos una baza natural para el lateral izquierdo. El que no ha estado ha sido Alberto Benito, que se retiró durante la sesión del martes por molestias y al que no se le ha vuelto a ver sobre el césped de la Ciudad Deportiva. Tampoco a Cristian y James, de cuya evolución sigue pendiente el zaragocismo para saber si podrán estar en el próximo partido, aunque todo apunte a que sí. Los que no estarán serán Lasure y Dorado, que siguen trabajando para recuperarse definitivamente de sus lesiones respectivas.
El equipo seguirá trabajando en la mañana del jueves en el que deberían comenzar a verse las cartas definitivas con las que podrá contar Víctor Fernández para el crucial encuentro del Nuevo Arcángel.