El Real Zaragoza juvenil sigue maravillando
Un solitario gol de Francés fue suficiente para que el Real Zaragoza Juvenil eliminase al Atlético de Madrid, el gran favorito al triunfo final, en los cuartos de final de la Copa de Campeones. El conjunto zaragozano se mostró como un equipo serio, fiable en defensa y concentrado durante todo el encuentro disputado este lunes en A Madroa.
Los nervios y las ganas de no cometer errores marcaron los primeros compases del duelo de cuartos entre el Zaragoza y el Atlético de Madrid. Ninguno de los dos contendientes era capaz de imponer su ritmo en un encuentro de posesiones muy cortas donde le conjunto blanquillo era el que disfrutaba de las primeras ocasiones de gol con una falta que se marchó por encima del larguero tras lanzamiento de Benedet y un pase en profundidad al que no llegó Alastuey.
El cuadro colchonero iba haciéndose, con el paso de los minutos, con el control del juego y antes del minuto gozaba de dos clarísimas ocasiones de gol que desbarataba, de forma milagrosa la primera de ellas, el meta Carlos Azón ante la incredulidad del banquillo madrileño. Tras esas dos oportunidades para el conjunto de Carlos González las fuerzas se volvieron a igualar pasada ya la media hora del encuentro.
Era ahora el Zaragoza el que se acercaba al área rojiblanca, pero no lograban abrir un marcador que después de 40 minutos seguía con el empate inicial por la timidez de ambos conjuntos que permitieron a Saldaña y Azón vivir una plácida primera parte.
Todo cambió tras el paso por vestuarios, sin tiempo para que la zaga colchonera se asentase en el artificial de A Madroa. El Zaragoza disponía de un saque de esquina que aprovechaba Francés para adelantar al cuadro aragonés. El defensa entraba en segunda oleada desde la frontal del área, se imponía con un majestuoso salto a todos los rivales y colocaba el esférico en el larguero haciendo imposible la estirada de Saldaña. El Atlético de Madrid, a priori el gran favorito de la Copa de Campeones, buscaba la reacción ante un Zaragoza que, ahora sí, cedía la posesión para formar dos líneas de cuatro bastante retrasadas.
Los pupilos de Iván Martínez aguantaban sin pasar excesivos apuros gracias al poderío físico de Otu, que contrarrestaba la mayor fortaleza colchonera. El Zaragoza afrontaba los últimos 15 minutos con la confianza llena que le estaba dando no sufrir y gozar de algunas contras en las que pudo cerrar el encuentro.
Castillo, el capitán zaragozano, tuvo el 0-2 en sus botas en otro saque de esquina donde el Zaragoza supo anticiparse a su rival. Su remate, acrobático, se marchó por encima del larguero de un Saldaña que ya estaba batido. El Atlético era incapaz de asediar la meta maña y las contras a favor del Zaragoza eran cada vez más frecuentes ya que los rojiblancos estaban completamente partidos en dos.
Aguantó el Zaragoza una prórroga donde las permisividad arbitral permitió al Atlético rozar el empate a base de balones largos, pero los pupilos de Iván Martínez supieron mantenerse firmes en A Madroa para alcanzar las semifinales de la Copa de Campeones donde se medirán, ya en Balaídos, al Celta.