El Real Zaragoza necesitaba del fútbol de James

El Real Zaragoza visitaba al Extremadura en la 38ª jornada de liga. Partido de vida o muerte para ambos conjuntos, ya que pelean por escapar de los puestos de descenso. Víctor Fernández acudía al choque con dos bajas muy sensibles: Guitián y Eguaras. Pero conseguía recuperar a James Igbekeme.

El nigeriano se había perdido los dos últimos encuentros, contra Córdoba y Deportivo, por lesión. Y en su vuelta al equipo, el técnico aragonés decidía que fuera de la partida. James compartía centro del campo con un Ros que hacía un papel más defensivo y un Guti que actuaba más arriba.

Trascendental en el inicio

Pese a estar un tiempo sin disputar minutos, apenas se ha notado que James había estado fuera. Bien pronto -antes de cumplirse el primer minuto- Igbekeme lo intentaba con un disparo desde fuera del área que, finalmente, se marchaba alto.

También era importante en el primer tanto. James hacía lo que mejor se le da. Presionar arriba al hombre con balón que está de espaldas. Robar y salir a sprint con el balón controlado. Levantar la cabeza y pasar. Al final, el gol entraba como entraba, pero la jugada había comenzado en las botas del nigeriano.

En la segunda mitad se fue deshinchando

Como es habitual en cualquier jugador que regresa tras lesión, la influencia de juego de James conforme pasaban los minutos ha ido bajando. Mucho tenía que ver también la llegada del segundo gol blanquillo, que hacía que el conjunto de Víctor Fernández fuera durmiendo poco a poco el partido.

Eso sí, no dejaba de correr. Algo que le llevó a tener que marcharse exhausto a falta de cinco minutos. Se le había subido todo. Lo había dejado absolutamente todo sobre el césped para que el Real Zaragoza lograra sumar tres puntos importantísimos para respirar.