El premio de la tranquilidad
El Real Zaragoza afronta el próximo domingo el que será el último partido de la temporada en el estadio municipal de La Romareda. Un encuentro en el que el equipo aragonés se verá las caras con un Numancia que se juega la vida, con la tranquilidad de haber certificado la permanencia el fin de semana anterior.
De esta manera, el equipo aragonés pondrá en juego poco más que el honor y la posibilidad de acabar la campaña lo mejor posible, un deber para un equipo como el Real Zaragoza. Sin dejar de ser cierta la importancia de conseguir la mejor clasificación posible, también lo es el hecho de que durante la semana se ha dejado notar la falta de presión tras meses muy duros para la plantilla aragonesa.
Con esos ingredientes, y teniendo en cuenta que el equipo aragonés cuenta con una semana extraordinariamente larga entre partidos, de viernes a domingo, el cuerpo técnico decidió ofrecerle a la plantilla un descanso en mitad, en este jueves en el que la actividad en la Ciudad Deportiva se parará antes de retomar el pulso a la competición nuevamente a partir del viernes.
Un premio tras conseguir la tranquilidad de la permanencia, que debe servir también para llegar al encuentro ante el Numancia en la mejor disposición posible para despedirse de la afición blanquilla con una última alegría, una de las pocas que se puedan disfrutar tras un curso complicado.