Ya ha comenzado la operación salida en el Real Zaragoza. Antes de haber acabado la temporada, el club ha anunciado la marcha de Diego Aguirre al Apollon chipriota. De esta forma, se inicia la reconstrucción que anunciaba Víctor Fernández esta misma mañana en la rueda de prensa previa al último choque del curso.
Aguirre ha sido el primero en hacer las maletas. El toledano pone fin a su etapa en el Real Zaragoza tras una temporada sin pena ni gloria. No ha sabido encontrar su sitio y no ha gozado de las oportunidades que esperaba, pese a que en gran parte de la temporada, la grada pedía su aparición sobre el verde.
Aguirre pone rumbo a Chipre tras haber disputado 22 encuentros esta campaña. 20 de ellos han sido en liga y los dos restantes, en Copa. Se va sin haber estrenado su casillero y con una única asistencia en su curriculum. Fue en la victoria en Lugo. En el segundo gol, Aguirre dio un taconazo dentro del área para que después Guitián marcara el defintivo 1-2.
Además, solo ha sido titular en siete ocasiones. En las 15 apariciones restantes, Aguirre ha salido desde el banquillo para tratar de reavivar el partido a favor de los intereses blanquiazules.
Cuando Aguirre llegó en verano a la capital aragonesa, a muchos les recordaba a Alain Oyarzun. Dos jugadores parecidos, cuya posición era de extremo zurdo, rápidos, hábiles... Y ambos han pasado de la misma forma por el Real Zaragoza. Ninguno pudo hacerse un hueco fijo en el equipo a pesar de que ambos eran demandados por la grada en varias ocasiones.
Y es que el esquema con el que juega el Real Zaragoza no beneficia a este tipo de jugadores. En lugar de extremos rápidos, con espacios... son los laterales los que suben hasta la línea de fondo para tratar de colgar balones o hacer combinaciones que puedan penetrar en la defensa rival.
De ahí que sea más habitual ver a tres mediapuntas que a uno solo acompañado por dos extremos en el Real Zaragoza. Esa es la principal causa por la que jugadores de este estilo no triunfan en el actual Real Zaragoza.