No cabe duda de que Shinji Kagawa es uno de los protagonistas del comienzo de temporada del Real Zaragoza. El fichaje estrella del conjunto blanquillo copa los focos de la afición de La Romareda que, aunque ha encontrado otros nombres a los que alentar, mantiene en la figura del japonés las mayores esperanzas como jugador determinante en LaLiga SmartBank.
Y poco a poco, el centrocampista comienza a responder a todas las esperanzas depositadas sobre él tras su fichaje. Sobrado de calidad, como ha podido demostrar en los primeros partidos del curso, hay dos elementos que le hacen aproximarse a su máximo. Por una parte, el acoplamiento al grupo, la capacidad para saber con quién debe asociarse y cómo hacerlo, una virtud que requiere de trabajo y tiempo. Lo mismo que sucede con la evolución física de Kagawa, que sigue necesitando de minutos de competición para acercarse a la plenitud.
Algo que el cuerpo técnico ha podido observar a través de los datos objetivos que ofrecen las herramientas de seguimiento de los jugadores sobre el terreno de juego. Aunque todavía se encuentra lejos de los registros de Vigaray, auténtico líder del Real Zaragoza en lo físico, los datos de Kagawa comienzan a aproximarse a lo mejor que puede ofrecer el futbolista japonés. Algo que también se puede observar en los mapas de calor, en los que la presencia del centrocampista se ha hecho más fuerte y abarcando una mayor cantidad de campo que en las primeras jornadas. También ha ganado en tiempo, que ha pasado de los 70 minutos que le ofreció Víctor Fernández ante Ponferradina y Elche a los 90 disputados en los últimos encuentros, frente a Alcorcón y Extremadura.
Y mientras acaba de alcanzar la plenitud, Shinji Kagawa sigue ayudando al Real Zaragoza con su talento y una capacidad goleadora que le ha servido al equipo aragonés para firmar uno de los mejores inicios de su historia.