Las mil caras de Shinji Kagawa

Cuando el pasado verano el Real Zaragoza anunció la llegada de Shinji Kagawa, la noticia se convirtió en un evento de repercusión mundial. El equipo aragonés adquiría los derechos de un futbolista extraordinario, de una trayectoria deportiva envidiable, pero también un icono del deporte asiático por su labor, tanto dentro como fuera del campo.

Y es que Kagawa es, además de un fantástico futbolista, un hombre cuya imagen le ha ayudado a alcanzar el estatus de ídolo en su país, Japón. Un look que ha ido sofisticando a lo largo de los años, quedando atrás el Kagawa más joven, que daba sus primeros pasos en el deporte profesional en el Cerezo Osaka y al que las experiencias en Alemania e Inglaterra le sirvieron para acabar de pulir su estilo.

Ahora, en plena madurez, ha vuelto a darle un giro a su apariencia, también en el terreno capilar, en el que la evolución también es palpable. Sorprendió así en su presentación, tras realizarse un llamativo corte de pelo acompañado de un tinte rubio platino que modificó por completo su aspecto en comparación al peinado que lucía cuando llegó a la capital del Ebro. Un cambio de porte que llega acompañado de un reto: el de llevar al Real Zaragoza a LaLiga Santander.