Nadie maneja el acelerador de la vida y, en muchas ocasiones, todo pasa demasiado rápido, sin esperarte si quiera desenlaces por muy positivos que sean. Sueños, metas, ideales que llegan por la vía rápida, en un abrir y cerrar de ojos. La mayoría de estas sorpresas necesitan un tiempo de maduración y adaptarte a los cambios es la clave del éxito. El 2 de septiembre de 1995 nació en Tiflis (o Tblisi para algunos) Giorgi Papunashvili, un niño inocente que pronto mostraría su interés por el mundo del fútbol. Su sueño de ser profesional de este deporte comenzaría a muy temprana edad y sería nada más y nada menos que en uno de los equipos más grandes de su país, el Dinamo Tiflis. El mediapunta zaragocista comenzaría a dar sus primeros pasos en este gran club del país georgiano y rápidamente su talento le haría que en tan sólo en dos años saltase al primer equipo. El escenario para el zaragocista era incluso mejor que el que había creado en el lado de su mente más fantasioso.
En 2013 comenzó su andadura en la primera plantilla del club y debutaría en un partido de liga contra el Spartak Tskhinvali, saliendo desde el banquillo. En la temporada siguiente, el joven futbolista con tan sólo 18 años se convierte en la pieza clave de su equipo, anotando 16 goles, dos de ellos en la final de la Copa, en su segunda campaña. Todo iba a la velocidad de la luz para la joven estrella georgiana. Un pequeño país plagado de grandes deportistas en todas las disciplinas, una cuestión genética.
Su talento quedó altamente demostrado y muchos ojeadores fueron los que pusieron su mira en él, entre ellos Jose Mari Barba, mano derecha de Lalo Arantegui. Pero fue otro equipo el que se adelantó, el Werder Bremen alemán. El verano de 2015, el conjunto bávaro consigue la cesión de Papu para su cantera. Todo era de color de rosa para el atacante georgiano, hasta que comenzaría su calvario de lesiones que le han ido perjudicando allá a donde ha ido. Y es que una lesión de larga duración provocó que el '19' del Real Zaragoza tan sólo jugase 20 partidos en la Tercera división alemana y su oportunidad de triunfar en Alemania se esfumó. Era, simplemente, una piedra en el camino. Problemas de adaptación frenaron esa máquina del tiempo que había llevado al delantero como un cohete por el mundo profesional del fútbol.
Volvió a su país, a su equipo de origen y demostró de nuevo su valía. Esta vez es cuando entró en juego el conjunto aragonés. Jose Mari Barba no se olvidó del descaro y la picardía de aquel georgiano de tan sólo 17 años y enseguida Lalo Arantegui y él viajaron hasta Georgia para llevar a cabo su fichaje.
Además, la figura de Papu también está creciendo en su país, donde ya es toda una 'celebrity'. Tras ser convocado con la selección absoluta de Georgia y haber destacado en estos partidos, ahora le reclaman las revistas. El futbolista ha posado para la revista OK!, magazine de Georgia. El mediapunta fue portada en una de las revistas del corazón más importantes de su país. Papu ya confesó en una entrevista realizada por el club, el día de su presentación que la moda era algo que le interesaba mucho y que estaba pensando en hacer algo relacionado con esta. El jugador mostró en su cuenta de la red social Instagram, una fotografía en la que sale posando y sujetando una americana negra. Algo que provocó el cachondeo de varios compañeros como Pombo, Guti o Grippo.
Pero no sólo la moda es el único hobby del georgiano y es que él mismo lo confesó que el tenis era otro deporte que le encantaba y le gustaba aparte del fútbol. Y es que parece que los deportes de raqueta agrada y mucho al vestuario zaragocista, ya que a James Igbekeme, también le gusta otro deporte de este tipo. En concreto, el tenis de mesa es el otro deporte favorito del futbolista nigeriano.
Papu ya afronta su tercera temporada en el Real Zaragoza y el georgiano se ha adaptado muy bien a la ciudad y al equipo, aunque el idioma es algo que todavía no domina. El futbolista ha estado durante todo este tiempo dando clases de español para mejorar su idioma, aunque con el inglés se entiende con la mayoría de la plantilla. Tanto es así que el club le permitió al joven futbolista que diese clases en la Ciudad Deportiva con un profesor particular.