Ocho años y medio después de la disputa de aquel partido entre el Levante y el Real Zaragoza, en el que los aragoneses certificaron su permanencia en la máxima categoría, parece que la sombra de la duda comienza a difuminarse de forma definitiva hasta quedar en nada después de la sentencia dictada por Juzgado de lo Penal número 7 de Valencia.
Esto es así porque, por el momento, ninguno de los posibles recurrentes a la causa, como LaLiga, el Deportivo de La Coruña o la Fiscalía han mostrado intención de continuar con el litigio y no se espera que lo hagan, teniendo en cuenta lo improbable de alcanzar el éxito ante una sentencia de las características de la dictada en este caso.
Quienes sí han iniciado los trámites para recurrir son los dos únicos condenados en el juicio, ambos exdirigentes del Real Zaragoza como Javier Porquera y Agapito Iglesias. Los dos fueron condenados por falsedad documental y tratarán de buscar la absolución o, en el peor de los casos, una reducción de la pena, que alcanza el año y tres meses de prisión.
De esta forma se dará por finalizado un proceso que comenzó en 2013, dos años después de la disputa del encuentro con la denuncia del actual presidente de LaLiga, Javier Tebas. Archivado en 2017, no sería hasta enero de 2018 cuando la Audiencia Provincial de Valencia decidiera reabrir el caso para iniciar el proceso que se cerró el pasado 9 de diciembre con la sentencia que absolvía a todos los acusados por el presunto amaño del Levante-Zaragoza. Final para un proceso que durante los últimos años ha dañado de forma difícilmente reversible la imagen del Real Zaragoza.