Han pasado semanas y meses desde que el Real Zaragoza anunciara la baja indefinida de Raphael Dwamena por un problema de salud. Una dolencia cardíaca que impedía al futbolista ghanés continuar su carrera como futbolista, pues de hacerlo ponía en grave peligro su salud, pero el delantero mantiene todavía la esperanza de poder volver a brillar sobre el césped.
Dwamena es un hombre de fe, y como tal, no se deja arrastrar por el pesimismo, ni siquiera frente a tantos doctores que le han confirmado que el suyo es un problema sin solución. Por contra, se agarra al diagnóstico del médico que, aún sin garantías de éxito, le indicó que una operación podía permitirle volver a ser futbolista.
Bien sabe el ghanés que no existen los imposibles. Así lo declaraba a su llegada al Levante, cuando ya hizo saber que tiempo atrás se le había asegurado que no iba a poder volver a jugar a fútbol y, sin embargo, llegó al club valenciano y posteriormente al Real Zaragoza, donde su corazón volvió a jugarle una mala pasada. Dwamena busca ahora un nuevo milagro, con el ejemplo de Kanu, operado también de una dolencia cardíaca a final de los años 90 y que le permitió seguir jugando hasta 2012, año de su retirada.
Por los precedentes y la fe, Raphael Dwamena sigue empeñado en volver a sentirse futbolista. Una sensación que sólo el tiempo dirá si es capaz de recuperar pero, al menos por el momento, el delantero mantiene viva la llama y el deseo de no tirar todavía la toalla y seguir peleando por volver a calzarse las botas.