529 días después, James Igbekeme consiguió reencontrarse con el gol. El centrocampista del Real Zaragoza puso, de un toque magnífico, el gol dentro de las mallas del Mirandés, en lo que suponía el 0-1 en Anduva. Aunque los aragoneses no pudieron volver con los tres puntos, contaron con la recompensa de ver al nigeriano golear de nuevo.
El de Miranda de Ebro es únicamente el segundo gol de Igbekeme con la elástica blanquilla, cifra escasa para un jugador que tiende a prodigarse en zonas cercanas al área rival y que intenta, en no pocas ocasiones, encontrar portería desde media y larga distancia. Sin embargo, el acierto no ha acompañado al nigeriano, que ha tenido que esperar algo menos de año y medio para volver a marcar.
Un gol, el de Anduva, que volvió a dejar patente la calidad del futbolista, que trata también de volver a alcanzar su mejor versión competitiva. Queda, eso sí, lejos de la maravilla que se inventó en el Carlos Tartiere para estrenarse como goleador con el Real Zaragoza. Un tanto recordado en la goleada al Oviedo por 0-4, en la que James Igbekeme anotó un tanto de extrema belleza.
De vuelta a la senda del gol, Igbekeme firmó también un partido notable, posiblemente uno de los mejores de la temporada, que devuelve la esperanza de poder ver la mejor versión del medio en el momento que más se necesita, en el tramo decisivo de la competición y con el equipo aragonés como aspirante a todo en LaLiga SmartBank.