Roberto Miguel Acuña, más conocido en el mundo del fútbol como el ‘Toro’ Acuña, se encuentra en estos días en Zaragoza, donde rememora lo que fue su paso por el fútbol español, y concretamente por el equipo aragonés, en el que contó con algunos de los momentos más destacados de una carrera deportiva que se prolongó hasta más allá de los 45 años.
A la capital del Ebro llegó con 25, en la temporada 1997/98. En La Romareda vivió grandes noches, y otras, más complicadas. Sus primeras campañas fueron en un equipo que vivía en una cierta transición tras la consecución de la Recopa y la despedida de Víctor Fernández. Sería con la llegada de Txetxu Rojo cuando el equipo volviera a resurgir, abandonando la zona media en busca de cotas mayores.
En la campaña 1999/2000, el Real Zaragoza, con el ‘Toro’ Acuña como uno de sus hombres importantes, estuvo cerca de conseguir el título liguero. Los aragoneses acabaron aquel curso en cuarta posición, apenas a seis puntos del RC Deportivo, campeón y ganándose el derecho a disputar la Champions. Algo que no ocurrió ya que el Real Madrid, quinto en liga, alzó el título esa temporada. Un año después, y tras el fracaso ante el Wisla Cracovia en UEFA, lograría ganar la Copa del Rey, en Sevilla, frente al Celta.
Su última temporada en Zaragoza fue la 2001/02, de la que Acuña guarda diferentes recuerdos. El mejor, aquel golazo a Casillas, en un partido frente al Real Madrid en La Romareda. Un gol recordado por su belleza, en el que el ‘Toro’ anotó desde prácticamente cuarenta metros para llevar la locura al coliseo zaragozano. Meses más tarde, la afición hastiada con su equipo, le pidió al paraguayo errar un penalti frente al Villarreal, al grito de “Txetxu vete ya”. Precisamente ante el equipo amarillo se consumaría el descenso en la penúltima jornada de aquella campaña, en la que Acuña se hizo tristemente célebre al golpear a un aficionado que había saltado al césped de El Madrigal, “si volviera a pasar, reaccionaría de la misma manera”.