El mundo del fútbol se mantiene paralizado pero con la esperanza de poder retomar la actividad más pronto que tarde y tratar de finalizar LaLiga a la mayor brevedad posible. Razón por la cual desde el Real Zaragoza se configuró el entrenamiento personalizado de sus futbolistas y se continúa trabajando en la recuperación de aquellos jugadores que se encuentran lesionados.
Son precisamente estos los únicos que acuden a las instalaciones de la Ciudad Deportiva para llevar a cabo el trabajo rutinario obligado, aunque lo hacen tomando medidas especiales de precaución, a fin de tratar de evitar el riesgo de contagio por coronavirus. En este caso, los futbolistas afectados por la situación son Zapater, Igbekeme, Javi Ros y André Pereira.
La solución que se ha buscado para minimizar los riesgos ha sido la de evitar juntar a los futbolistas, procurando que hagan uso de las instalaciones del club por turnos en el gimnasio. Además, el tratamiento se lleva a cabo únicamente por uno de los fisioterapeutas del club en espacios que se desinfectan a conciencia.
Medidas con las que se trata de asegurar el bienestar de los empleados del club al tiempo que se mantiene el trabajo de cara a una recuperación tan temprana como sea posible.