Han pasado ya casi 19 años desde que el Real Zaragoza levantara la Copa del Rey ante el Celta de Vigo en La Cartuja de Sevilla. A pesar de que ha pasado tanto tiempo, la gran mayoría del zaragocismo sigue teniendo muy presente aquella sufrida final. El conjunto aragonés venció por 3-1, pero el gol que decantó el encuentro vino desde los once metros, el encargado de tirarlo fue Paulo Roberto Jamelli. Desde ElDesmarque Zaragoza hemos podido charlar con él y nos ha contado con más detalle cómo vivió aquella final, así como otros secretos de vestuario de aquella Copa. El mediapunta brasileño jugó casi seis temporadas en el conjunto del león, disputando 119 partidos y anotando 27 goles, entre ellos ese penalti de la final.
Paulo Roberto Jamelli recuerda con gran cariño su etapa como zaragocista, el exfutbolista brasileño hace hincapié en lo que supone para él este club y todo lo que vivió aquí durante casi seis años: "Tengo muchos amigos que siguen ahí y cuando tengo la oportunidad de vacaciones o de trabajo en Europa, siempre paso por Zaragoza y voy a la plaza del pilar y a La Romareda cuando hay partido".
Jamelli afirma que "tengo a Zaragoza como mi segunda casa" y recuerda que sus momentos en el club fueron "99 % momentos de alegría y 1% momentos que mejor no hablar de ellos".
Jamelli recuerda a la perfección como sucedió todo: "Íbamos 1-1 cuando sale el penalti a José Ignacio y siempre los tirábamos o el Toro Acuña o yo. Cogí el balón y comencé a pensar que si fallaba el penalti la gente que está allí me iba a matar".
El brasileño era consciente de la responsabilidad de tirar un penalti como ese, si lo fallaba "me iban a recordar toda la vida como el chico que falló el penalti en la final". Era el momento de coger el balón y Jamelli narra como el balón en aquellos momentos le pesaba más de la cuenta. Encima le tocaba tirarlo hacia la portería donde estaba la hinchada del Celta y cuando puso el balón en el punto de penalti aparece la figura de Cavallero, el portero rival.
"Jamelli, sé como tiras los penaltis y voy a pararlo porque sé que lo tiras siempre al mismo lado", palabras textuales del guardameta del Celta. Entonces el '3' del Real Zaragoza tiene que dar los pasos hacia atrás y esos 30 segundos fueron "como un año en mi cabeza" ya que se le pasaron mil cosas por ella y no sabía que hacer hasta que finalmente "pensé voy a tirar como siempre tiro y si él lo para, mala suerte".
Y así fue, Jamelli lo lanzó al lado izquierdo con su pie derecho, mientras que el guardameta argentino se venció al lado contrario de la portería. "Hoy hablo de esto con mucha tranquilidad, pero fue uno de los momentos más intensos y fuertes de toda mi vida", afirma Jamelli.
Después del momento de sufrimiento tocaba disfrutar de la victoria y Paulo también recuerda los buenos momentos de aquella celebración: "Hay muchas cosa que no se puede contar. Fue una fiesta, luego bajamos al vestuario y celebramos todos con champagne. Luego la fiesta en Sevilla, la noche en Triana y todo por allí fue pequeño...", cuenta el exzaragocista.