Paulo Roberto Jamelli ha pasado a formar parte de la historia del Real Zaragoza no sólo por su gol de penalti en la final de Copa del Rey de 2001, sino también por haber sido participe de un Zaragoza que estuvo cerca de ser campeón de liga. Desde ElDesmarque Zaragoza hemos tenido la oportunidad de charlar con él y nos ha explicado cuales eran las claves de aquel equipo, así como cree que el Real Zaragoza de Víctor Fernández acabará ascendiendo directamente.
El exfutbolista brasileño mantiene actualmente el contacto con muchos de sus excompañeros como: Aragón, Cuartero, César Láinez, Chucho Solana, Garitano, Acuña, Toledo, Kily González, Rebosio, Radimov, Xavi Aguado... Jamelli, ahora, trabaja como representante del Olympique de Marsella en Sudamérica por lo que su labor es viajar mucho para realizar scouting a muchos futbolistas. En estos viajes coincide a veces con Radimov y sobre todo con el paraguayo Acuña.
De aquel equipo destaca la unión del vestuario y de su gran amistad: "Fue un equipo que marcó mucho. Quizá no era un equipo que era lo mejor técnicamente, pero eramos un equipo muy unido. Los resultados salían muchas veces porque eramos muy amigos. Jugábamos por encima de nuestra capacidad por eso, por tener esa unión entre nosotros", recalca el brasileño.
Esta unión en el vestuario es muy similar a la que existe actualmente en el Real Zaragoza de Víctor Fernández. Continuamente vemos detalles e imágenes del buen ambiente y la amistad que existe en el vestuario del conjunto blanquillo.
Jamelli ve similitudes en este equipo con aquel zaragoza, además de seguir de cerca al cuadro aragonés y de sufrir como un zaragocista más: "Lo sigo, aunque sea desde lejos. Los últimos años también, el año que casi ascendemos y no fue, yo estaba en mi casa viendo el partido y sufriendo aquí desde Brasil. Pero con Víctor Fernández veo que el equipo este año tiene todo lo que necesita para ascender directo entre los dos primeros, no hace falta ni playoff", asegura el exzaragocista.
Por último, Jamelli es un apasionado del motociclismo y cuando acabe toda esta situación de cuarentena tiene muy claro lo que hará: "Voy a coger la moto veré a mi padre, a mi madre, a mis hijos y haremos un viaje ahí para comer en un buen restaurante tranquilo. Beber una botella de vino para cargar las pilas y volver a la vida normal".