La afición impregna de zaragocismo la ciudad horas antes del comienzo del derbi

Un partido de altos vuelos. Y eso la afición del Real Zaragoza lo sabe. Por eso, pese a las condiciones de la pandemia, ha respondido por todo lo alto. Ha habido recibimiento, en el que había quien no respetaba las medidas de seguridad, una oleada de taxis que ha acompañado al autobús hasta la llegada al estadio y una afición blanquilla que estaba deseando que corriera el tiempo más rápido para que llegase ya la hora del pitido inicial.

Desde primera hora de la mañana se veían ciertos atisbos de día grande en la ciudad. Muchos aficionados comenzaban a vestirse de gala y llevaban con orgullo su camiseta del Real Zaragoza. Tras la comida hay quien se ha sentado ya en terrazas para coger sitio y poder ver el fútbol gustosamente. Y también ha habido, en cambio, quien ha estado toda la tarde mordiéndose las uñas por los nervios. Eso sí, todo eso se ha podido ver en las redes sociales de muchos seguidores.

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Un recibimiento como los de antes

Todo lo acontecido en los últimos meses en relación al coronavirus no ha parado a la afición del Real Zaragoza. Cientos de seguidores se han acercado hasta los aledaños de La Romareda para alentar a sus jugadores instantes antes de ingresar en el municipal.

Una llegada bien parecida a la de las grandes citas. Con mucha menos gente por las medidas de seguridad, pero en la que no han faltado bengalas y botes de humo que teñían el cielo de color blanquiazul.

Los taxis han vuelto a acompañar al equipo

Quien también ha llevado en volandas al Real Zaragoza han sido los taxistas. Como ya ocurrió en las semanas pasadas, decenas de taxis han acompañado al autobús del equipo hasta La Romareda. Se percibe una noche grande de fútbol en la capital aragonesa, pero que tendrá que ser seguida a través de la televisión y las radios, en vez de poder entrar al municipal.