Un error de Clemente regala la victoria al Girona
El Real Zaragoza perdió por 1-0 ante el Girona en un partido muy igualado y que se decantó por un penalti de Enrique Clemente. El conjunto aragonés pierde su plaza de ascenso directo y ahora es tercero con 61 puntos, igualado al Huesca.
El partido comenzaba con muchas imprecisiones e intensidad. Ambos conjuntos se jugaban demasiado por lo que los nervios y las dudas aparecieron en los primeros compases de juego. Comenzaba algo más dominador con balón el conjunto de Víctor Fernández, aunque no conseguía hacer daño al conjunto granota muy bien posicionado. El cuadro de Francisco le entregaba el balón a los aragoneses y mantenía la presión en un bloque medio sin arriesgar en exceso.
La primera acción importante del encuentro no sería una ocasión sino una entrada excesivamente temeraria en el minuto seis de Aday Benítez sobre Dani Torres. El colegiado del encuentro decretaba tarjeta amarilla, pero bien pudo ser revisada por el VAR y cambiar de color.
La siguiente acción ofensiva del Real Zaragoza también acabaría en tarjeta amarilla para un jugador del Girona. Ignasi Miquel veía la cartulina amarilla tras un manotazo a Luis Suárez. A partir de aquí, el cuadro catalán, dirigido por Samu Saíz, se activaría y empezaría a traer serios problemas a la zaga zaragocista a través de centros laterales y saques de esquina. Por suerte, el cuadro blanquillo supo achicar las arremetidas granotas y los problemas no fueron a más. Víctor se desgañitaba desde la banda, ya que su equipo no sacaba el balón con fluídez. El conjunto visitante echaba de menos a Iñigo Eguaras en la salida de balón, ya que James Igbekeme no se ofrecía lo suficiente y obligaba a los centrales blanquillos a jugar en largo.
Alrededor del minuto veinte llegarían las primeras acciones de cierto peligro por ambos conjuntos. El primero en intentarlo en Burgui, tras zafarse de Maffeo, se sacaba un potente disparo centrado que atajaba Riesgo, el guardameta local, en dos tiempos. Replicaba por su parte, Cristian Stuani con una vaselina muy atrevida que buscaba sorprender a Cristian Álvarez.
Se producía la pausa de hidratación, y esta le vendría genial al cuadro aragonés. Víctor corregía a los suyos y estos retoques se notarían y mucho. Una vez reanudado el encuentro, el Real Zaragoza, más ordenado, comenzaba a triangular y a mover el esférico con mucha más fluidez y serían los mejores minutos de los zaragocistas.
Al cuadro aragonés solo le faltaba pisar área para finalizar, pero el equipo estaba bien situado en el terreno de juego. Por su parte, el cuadro catalán no encontraba la forma de hacer daño a los aragoneses, tan sólo a través de los centros y el balón parado. Antes del descanso, Dani Torres vería la tarjeta amarilla en una acción muy discutible, ya que el colombiano tocaba claramente el esférico.
Daba comienzo la segunda mitad sin cambios. Y el partido se volvía un correcalles y en una de estas llegaba una de las jugadas claves del partido. Clemente cometía un penalti de infantiles a Cristian Stuani. El delantero uruguayo no perdonaba y transforma el penalti poniendo el 1-0 en el marcador. El Girona se crecía con el gol y apretaba mucho al Real Zaragoza.
En un saque de esquina el balón impactaba en el costado de Javi Puado y Milla Alvendiz, incomprensiblemente señalaba penalti. Se tardaban casi tres minutos en señalar que no era penalti. Una acción que no había ningun tipo de dudas y en la que se volvía a demostrar el mal protocolo del VAR, que partido tras partido trae más polémica.
Tras esta acción, Víctor movía ficha. Cambiaba a Igbekeme, partido flojísimo del nigeriano, y entraba en su lugar Alberto Soro. En el minuto 75 más cambios en el conjunto blanquillo. Entraban Álex Blanco, Miguel Linares y Julián Delmás. Se marchaban en su lugar, Burgui, Javi Puado y Carlos Vigaray.
El colegiado del encuentro añadía siete minutos más de añadido. Pero el cuadro aragonés no consiguió hacer daño a los catalanes y no se tuvo ninguna ocasión clara. El Real Zaragoza deja escapar otra oportunidad de colocarse líder, pero todavía quedan cinco jornadas por delante y un total de 15 puntos en juego, por lo que el conjunto de Víctor no puede bajar los brazos y luchar hasta el final.