El Real Zaragoza consiguió en Tenerife frenar la mala racha de resultados que venía acumulando durante las últimas semanas. Los aragoneses empataron frente al equipo que mejor forma ha mostrado desde la reanudación de LaLiga SmartBank y confían en que, de ganar los tres partidos que restan, pueda darse una oportunidad para optar al ascenso directo.
Dos son los puntos que distancian a los blanquillos del otro equipo aragonés, la SD Huesca, que ocupa ahora la segunda plaza, que otorga el ascenso a Primera división. De ahora en adelante quedan apenas tres partidos por jugar, en los que ambos equipos se verán las caras con conjuntos de la zona baja de la clasificación.
Una ciruncstancia que, en el caso del Real Zaragoza, no debería servir para excederse en confianzas. Y es que la primera vuelta de la competición ya mostró que los rivales que le restan a los blanquillos se le pueden atragantar, más incluso ahora, con el equipo en horas bajas. El recuerdo destaca que no se le pudo ganar a ninguno de los equipos con los que todavía tienen que jugar los de Víctor Fernández. Dos empates lejos de La Romareda; 1-1 ante la Ponferradina y 2-2 en Oviedo, añadiendo una derrota, 0-1 frente al Albacete.
Cierto es que poco tiene que ver aquel fútbol con el que se juega ahora, de gradas vacías y recuperación inexistente. Pero también es cierto que el Real Zaragoza tiene que reaccionar tan pronto como sea posible y eso requiere de mejorar el nivel mostrado hasta la fecha y, de paso, también el rendimiento en la primera vuelta.