Fernando Morientes no olvida el Real Zaragoza. El ariete pasó dos años inolvidables como blanquillo, club al que llegó cuando contaba con ofertas de otros tantos equipos. Fue en 1995 cuando el extremeño llegó a la capital aragonesa para disfrutar de dos temporadas de gratos momentos. Así lo recuerda durante una charla en la plataforma Footters.
Su fichaje por el Zaragoza no estuvo exento de anécdotas, una curiosa con su representante que narró y en la que estaba inmerso el Atlético de Madrid. "Mi representante me dice que me quiere el Atlético de Madrid, el Zaragoza y el Betis. Le digo hombre, el Atleti. Estaba Jesús Gil y yo me acababa de sacar el carné del coche. A mí me daba igual el dinero que me pagasen, yo quería un coche. El Golf. Y Gil le llamó y me dijo que si iba, tenía el Golf en el Calderón. Yo no tenía un duro entonces, no era con dinero, me pagaban con pisos en Marbella y yo necesitaba pasta", prosiguió.
"me llamó Víctor Fernández y me dijo que tenía el '9'. Era un equipazo"
El representante me dijo que el que mejor pagaba era el Zaragoza. El Zaragoza pagaría bien al Albacete y yo sería el fichaje más caro de la historia (350 millones de pesetas) y a ti te pagan una ficha en dinero. Le dije venga, al Zaragoza. Molina, Santi y yo íbamos juntos, íbamos en el mismo paquete, en la 95-96. Pero yo podía cobrar más en el Zaragoza, me llamó Víctor Fernández y me dijo que tenía el '9'. Era un equipazo".
También recuerda los mejores momentos de aquellos dos años, uno de buenos números y otro de menos a más. "La primera temporada marqué 13 goles en Liga y 2 en la Recopa, fue una temporada muy buena. La segunda empecé regular y perdí la titularidad. El equipo no fue bien, subieron al entrenador del filial y ya empecé a jugar y a marcar una barbaridad".
Tras dos años, el Real Madrid puso sus miras en él. Una oportunidad que no dejó pasar.