Alcorcón en La Romareda, cuando la esperanza se tornó desolación

Vuelve el Alcorcón a La Romareda. El equipo madrileño regresa al coliseo zaragozano para enfrentarse al Real Zaragoza. Fueron los alfareros precisamente los que inauguraron la etapa postcovid del cuadro aragonés. Un partido que comenzaría a marcar el futuro de los blanquillos.

Curiosamente, Alcorcón mostró de alguna manera las dos caras del Real Zaragoza. En la primera mitad del campeonato, concretamente en la jornada 4, los de Víctor Fernández superaron sin excesivos problemas a un rival siempre correoso como local. Lo hicieron además con goles de sus dos delanteros, Dwamena y Luis Suárez, y hasta con una contra maravillosa definida por Vigaray.

Lejos de aquel equipo deslumbrante, el parón provocado por la pandemia del coronavirus cambió la cara del Real Zaragoza. Una situación que aprovechó el Alcorcón en la reanudación. Fueron los madrileños el primer equipo en la vuelta a la competición en el mes de junio, en un encuentro cerrado que se definió por los errores groseros de Atienza y El Yamiq.

Poco queda de ambos equipos ahora. Renovados en jugadores y ambición. Ya no están, por ejemplo, ninguno de los goleadores de aquel encuentro, Stoichkov y Sandaza por el Alcorcón, ni Linares por el Real Zaragoza. Lejos de la aspiración por el ascenso, el objetivo ahora es menor, aunque no menos importante: la salvación.