Bombona de oxígeno en Fuenlabrada

De los peores partidos en los que va de curso, pero el Real Zaragoza se lleva los tres puntos de Fuenlabrada. Un inicio blanquillo terrorífico, con parada de penalti de Cristian en el minuto 20, se transformaba en otro penalti a favor, en el minuto 86 sobre un Azón que sigue pidiendo minutos a base de actuaciones notables, y que Tejero transformaba. Tres puntos para poner distancia de por medio con el descenso, que se sitúa a cuatro.

Al Real Zaragoza le costó y mucho entrar en el partido. El atípico once por el que había optado JIM se vio superado por un Fuenlabrada que maneja la pelota a su antojo. Los blanquillos (hoy de tomate) correteaban detrás de unas manchas azules que parecían multiplicarse y hacían imposible que el cuadro aragonés controlase la pelota.

Tan mal entró en el choque el Real Zaragoza que Borja Garcés pudo estrenar el marcador en el minuto cinco al rematar solo dentro del área pequeña prácticamente. Era un cúmulo de despropósitos el inicio del encuentro para los zaragocistas. Parecía no haber idea de a qué jugar y lo poco que se intentaba no salía. El centro del campo era inexistente y las únicas pelotas que pasaban de medio campo eran completamente inofensivas.

Error infantil de Jair y penalti para el Fuenlabrada

Si ya le estaba costando al Real Zaragoza en el Fernando Torres, peor iba a ser cuando se llegaba al minuto 19. Sotillos se internaba en el área y Jair, en un error completamente de niño, se tiraba y derribaba al defensor. Penalti, que acarreaba amarilla para el central, tan claro que ningún zaragocista protestó la decisión arbitral.

Sin embargo, nadie contaba con que Iban Salvador desde los once metros tenía que batir a Cristian Álvarez. No estaba teniendo su temporada, lo admitió en rueda de prensa, pero sí tuvo si momento de gloria. El guineano intentó ajustar su lanzamiento a la cepa del poste derecho, pero el rosarino sacó una espectacular mano para que ese balón no traspasase la línea. Cristian se vestía de santo y mantenía el cero a cero inicial.

Esa acción parecía despertar algo a los de JIM. El 'Toro', de lo más salvable porque al menos había forzado un par de faltas en campo rival, tuvo el primer acercamiento a Belman. Lanzamiento lateral de Zapater que remataba al charrúa y se marchaba cerca del poste. Pero inmediatamente después, tras un córner rival, la pelota se embarullaba en las inmediaciones de Cristian y el disparo se marchaba sorprendentemente por arriba. Espectacular que eso no acabase dentro.

En el tramo final de la primera mitad, el Real Zaragoza parecía haberse quitado algo de miedo y comenzaba a enlazar algún que otro pase. Un gran paso después del terrorífico inicio de partido. Pero el peligro real iba a volver a llegar a balón parado. De nuevo Zapater colgaba un buen balón al corazón del área al que Jair llegaba antes que Belman, pero su testarazo se volvía a marchar fuera.

Primer cambio tras el descanso: Francho por Eguaras

Viendo que en la primera mitad, el Real Zaragoza no había podido llegar en jugada al área rival, y casi ni meterse en el campo del Fuenlabrada, JIM optaba por quitar al navarro y meter savia nueva. Parecía mejorar (porque empeorar era imposible) algo en el primer cuarto de hora el cuadro de JIM, pero faltaba lo de siempre: generar y anotar. Además, la defensa se mostraba nerviosa y faltaba la fiabilidad de otros días.

El reloj seguía pasando y el partido se medía en pelotazos zaragocistas, algún que otro centro lateral horrible y un Fuenlabrada que, parecía contento con sumar un punto. JIM volvía a mirar a su banquillo para darle entrada a Sanabria y llevar al banquillo a un desaparecido Bermejo.

Solo Tejero en el 75, pegándole de zurda, desde la esquina del área, parecía recordarle a Belman la existencia del Real Zaragoza. El Fuenlabrada comenzaba a jugar en busca de la desesperación blanquilla y poder así aprovechar algún fallo o contraataque.

Pero la suerte se ponía del lado del Real Zaragoza

Mientras, JIM volvía a recurrir al banquillo en busca de balones aéreos. Daba entrada a Azón y Alegría, que entraban por el 'Toro' y Adrián. Y a los segundos de ingresar en el campo, el chaval de la casa demostraba por qué debía ser titular. Azón se metía en el área y generaba un penalti de la nada. El encargado de transformarlo, por sorpresa, era Tejero. Con suspense, por la larga decisión del VAR, el lateral derecho batía a Belman en el 86.

Probablemente haya sido uno de los peores partidos de la temporada. Por no decir el peor, pero el Real Zaragoza llegaba a los cinco minutos finales con la mínima ventaja en el marcador. Una ventaja que iba a saber mantener en el descuento y con la que se llegaba al pitido final. Victoria blanquilla que viendo el inicio del partido sabe a gloria.