El Real Zaragoza, virtualmente salvado, espera sumar un triunfo que le permita escalar algún puesto en la clasificación ante un Alcorcón que lleva descendido varias semanas y que no tiene ningún aliciente en este tramo final de temporada.
La permanencia es casi segura para el conjunto aragonés desde hace unas cuantas jornadas. Sin embargo, sigue sin concretarse, dado que tiene nueve puntos de ventaja sobre la Real Sociedad B y le quedan cuatro partidos por disputar. Por ello, un punto bastaría al equipo zaragozano para sellar definitivamente la permanencia en LaLiga SmartBank. Sumar ese punto y acabar definitivamente con otra temporada en la que no se ha cumplido el objetivo de luchar por los seis primeros puestos de la clasificación es la finalidad del choque para el Zaragoza.
Ahora toca centrar ahora todos los esfuerzos en la próxima campaña. Y lo hará con una nueva propiedad en la que se espera que pueda ilusionar a la afición y tener opciones reales de cumplir el objetivo: volver a la máxima categoría, no solo meras intenciones como ha venido ocurriendo últimamente.
Para sumar ese último punto el conjunto de Juan Ignacio Martínez 'JIM' deberá mejorar lo realizado en las dos últimas actuaciones frente al Burgos y al Eibar. Tener casi asegurada la permanencia ha supuesto que los jugadores la hayan dado por hecha. Es por eso que su rendimiento y actitud sobre el terreno de juego han bajado.
El hecho de jugar en La Romareda, y que en el último encuentro ante el Burgos el público manifestase su enfado por el mal partido del equipo, puede suponer un aliciente para un Zaragoza en cuadro debido a las lesiones y a los procesos gripales que han sufrido esta semana varios jugadores.
JIM cuenta con las bajas por lesión ya conocidas de Vigaray y Nano Mesa, además de las de Sergio Bermejo y Álvaro Giménez y las dudas de varios hombres que han sufrido un proceso gripal como Cristian Álvarez, Petrovic, Vada y Nieto, que no van a llegar en las mejores condiciones físicas al encuentro, lo que puede suponer que la citación, que la dará el técnico el mismo día del partido, cuente con un buen número de jugadores del filial.
Por contra, recupera al meta Álvaro Ratón y a Iván Azón, que vuelve tras dos partidos ausente por una lesión. También tiene el alta médica, tras estar recuperado de la operación a la que se sometió para corregir el problema de una arritmia, Jaume Grau. Así las cosas, el once blanquillo que se espera lo compondrán: Ratón; Fran Gámez, Francés, Jair, Chavarría; Zapater, Francho, Eugeni; Sabin Merino, Azón y Narváez.
Por su parte, el Alcorcón ya ha descendido hace varias semanas. El cuadro alfarero llega al partido hundido en la clasificación y con los ánimos muy tocados. Así lo reconoció públicamente su técnico, Fran Fernández. Su técnico llegó a decidir que está deseando que acabe la temporada.
Con ese panorama, y sin ningún aliciente tangible, el Alcorcón viaja a Zaragoza dispuesto a frenar la mala racha que encadena tras perder sus tres últimos partidos.
Con 32 goles a favor y 68 en contra, el Alcorcón es el peor equipo a nivel ofensivo y defensivo. Un lastre que le hace muy difícil poder competir cada partido y languidecer semana tras semana cerrando la clasificación.
Fran Fernández cuenta con la importante baja del lateral derecho Víctor García, que está lesionado. Al venezolano lo sustituirá Laure, que pasará del costado izquierdo al diestro. De este modo, en el lateral izquierdo alfarero se espera a Iván Calero.
La compañía de Iván Azon es la lucha de el mismo contra todo lo que se menea. Pues tanto Narváez muy bajo de forma, como el Sabin Merino, y Cía, no han dado respuesta a nada. Eso sí, han cobrado su pasta para pasar totalmente desaparecidos. La nueva sociedad debe hacer limpieza importante y partir de cero.