Borja Bastón y el Real Zaragoza volverán a cruzar sus caminos casi siete años después de su último gol con la camiseta blanquilla. El ariete madrileño vivió su mejor temporada como goleador (22 tantos) en La Romareda en una temporada que se truncó en el último momento. Una lesión privó a Bastón de jugar el play off de ascenso; aquel Zaragoza, destinado al ascenso, cayó ante Las Palmas en la final y el eco de la derrota todavía deja huella. Lo que hubiese sido y no fue o, lo que es lo mismo, lo que el fútbol se perdió aquel junio de 2015.
2015 fue un año de despegue para Borja Bastón. Aquel curso, todavía perteneciendo a la disciplina del Atlético de Madrid, el delantero alcanzó su mejor cifra goleadora. Marcó 22 goles en 3.400 minutos y dejó una gran huella en La Romareda. Aquel curso también dejó marca en el madrileño. Lo que podía parecer el inicio de una gran relación, acabó truncándose en un ascenso frustrado y un punta que tuvo que buscar hueco en otra ciudad. Y ni Bastón volvió a estar tan bien como en Zaragoza, ni a Zaragoza se le olvidó el paso de Bastón.
Ambos siguieron sus caminos. El Zaragoza volvió a pelear ascensos y Bastón volvió a sonreír en otros destinos. De hecho, Oviedo ha sido su segunda Zaragoza. Su segundo lugar de explosión a parte de Ipurúa y tras un momento complicado en el que el atacante parecía no encontrar el contexto ideal para lucir sus cualidades dentro del área. Casi siete años después, el cuadro maño, en una situación muy distinta, vuelve a encontrarse con uno de los héroes de aquella campaña.
No hay nada más frustrante para un futbolista que perderse los partidos clave de una temporada. Y más si, como fue en 2015 el caso de Borja Bastón, hablamos del delantero que impulsó al Zaragoza a pelear los Play Offs y que hasta su lesión en mayo lo había jugado todo excepto un encuentro.
Es por eso que es imposible no escuchar el nombre de Borja Baston y recordar o, mejor dicho, imaginar, qué hubiese sido de aquel Zaragoza encarando la promoción con su delantero titular. Los maños habían vencido en la ida por 3-1 y debían defender la renta en Gran Canaria. Roque Mesa y Araujo remontaron a favor del Las Palmas en un duelo en el que Bastón entró, a la desesperada y sin estar al 100%, para intentar un milagro que nunca llegó.
El fútbol da muchas vueltas y siete años más tarde Bastón busca doble redención. Un ascenso que nunca llegó, ahora con el Oviedo, y una promoción que se le privó. El delantero, ya con 29 años, lleva 19 goles en liga y podría superar los 22 de su temporada mágica con el Zaragoza. Un tiempo pasado que todavía se recuerda con buenos ojos. Aquella relación, efímera para lo que podría haber sido, acabó de la forma más cruel posible.