Rara vez la alegría es completa en el Real Zaragoza y este momento tampoco es una excepción. La renovación de Alejandro Francés hasta 2025 ha llegado acompañada de la baja del futbolista aragonés del entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
Tras la derrota frente al CD Lugo, el equipo blanquillo ha regresado al trabajo diario con la mente puesta en conseguir un buen resultado en su próximo compromiso, frente a la SD Ponferradina. Un entrenamiento en el que no ha estado presente Francés, que arrastra molestias en el brazo.
Se trata de las consecuencias del golpe que se produjo en el último encuentro en La Romareda, en la que cayó al suelo desequilibrado tras chocar en el aire con un jugador rival. Una acción que, ya en el momento, dejó a Francés mermado físicamente y visiblemente dolorido durante los últimos minutos del partido.
Preocupa ahora la evolución de la lesión, que le ha impedido ejercitarse junto al resto de compañeros en el inicio de la semana, ya que se le ha inmovilizado el codo, y por la que se verá obligado a someterse a pruebas diagnósticas que puedan confirmar el alcance exacto de la dolencia que sufre el futbolista aragonés.
Lo que nos faltaba, a perro flaco todo son pulgas. Lo siguiente será que el nuevo delantero centro tendrá también problemas de corazón. Y a la afición un derrame cerebral por tanto sufrimiento.