En este mercado de invierno el Real Zaragoza no pudo hacer todos los movimientos que tenía previstos. Tan sólo dos fichajes, uno en el último minuto, pudieron reforzar la plantilla para afrontar la segunda mitad de la temporada. El primero de ellos, Tomás Alarcón, parece haber dado un paso al lado, mientras que Bebé ha entrado por la puerta grande, con dos goles en dos partidos.
Habiendo jugado como titular sus primeros partidos antes el Mirandés, Villarreal B y Sporting, y solo terminar uno de ellos, el chileno ha salido desde la banqueta en el resto de encuentros. Desde su expulsión en El Molinón a los 6 minutos, Escribá no ha vuelto a darle la confianza y Zapater ha regresado al once, sustituyéndole en los siguientes choques.
Después de perderse el partido frente a la Ponferradina por sanción, no ha regresado al once titular. Por el contrario, la pareja formada por Francho y Alberto Zapater se ha repetido en los dos últimos partidos. Mientras tanto Alarcón tan sólo ha aportado desde el banquillo, disputando 56 minutos y sin destacar de sobremanera dentro del campo.
Como contraste tenemos el ejemplo de Bebé, que en tan sólo dos partidos ya se ha ganado el amor de toda la afición. Además, su fichaje llegó 'in extremis' al final del cierre de mercado. El delantero caboverdiano ha superado con creces las expectativas previas, con un gol decisivo en Andorra y un tremendo disparo que coló desde tres cuartos de campo.
Tras la debacle frente al Alavés es posible que Alarcón pudiera entrar dentro del once a modo de revolución por parte de su técnico. El mediocentro chileno afrontará este partido habiendo jugado solamente 228 minutos en los cinco partidos que ha estado disponible.
Cuando se darán cuenta que el futuro del equipo es la cantera que algo viene de fuera pero la mayoría no valen para nada para uno que sale bueno salen 50 malos