El Real Zaragoza no limpia su imagen en el sopor de La Romareda

El Real Zaragoza no es capaz de vencer al Burgos (0-0) en un partido soporífero y suma tres partido sin conocer la victoria. El conjunto de Fran Escribá, que planteó novedades en el once, mejoró con el paso de los minutos pero volvió a mostrar síntomas claros de falta de ambición. Simeone tuvo la más peligrosa en el primer tiempo y Luna y Sans dejaron buenos minutos como nuevos abanderados de la Ciudad Deportiva.

Empezó el partido lento, lleno de interrupciones y con un Burgos mandón que avisó a Cristian de primeras con un tiro de Bermejo en el minuto 4. Tardó en hacer pie el Real Zaragoza, pero cuando lo hizo fue capaz de nivelar la balanza y castigar al espacio con desmarques agresivos de Simeone a la espalda de Córdoba. El partido, carente de ocasiones y ritmo, olvidó las áreas y cedió el protagonismo a las medulares de ambos equipos. Mientras el Burgos encontraba verticalidad en Mumo, Francho Serrano esclarecía las ideas de un Real Zaragoza ansioso pero incapaz.

Precisamente, Mumo pudo castigar a los locales con un disparo que salió desviado tras un despeje errático de Nieto. Sobrepasado el 20’, los de Escribá se sacudieron la ligera superioridad visitante mediante un Bebé incisivo que obligó a intervenir a Caro con un remate desde fuera del área. Julián Calero ató en corto al ‘4’ con gran marcaje en el que juntó a Areso y Córdoba en cualquier acción del atacante.

Antes de alcanzar la media hora, Simeone fue amonestado por una dura entrada sobre Goldar. Las posesiones, alternativas, con muchas secuencias de pases e inertes porque no desembocaron en nada positivo, restaban más que sumaban para un Real Zaragoza que sí encontró réditos en los ataques rápido y en la asociación Bebé-Simeone. Siguió también hallando un atajo en Francho que, con metros y recorrido, se convirtió en el mejor jugador blanquillo.

De sus botas nació la mejor ocasión de la primera parte: Caro le negó el gol a Simeone, que atacó bien el primer palo, tras un buen envío de Francho procedente del costado diestro. Los últimos minutos no dejaron nada rescatable. El partido volvió a bajar de pulsaciones y Real Zaragoza y Burgos dieron por bueno el 0-0 con el que se llegó al descanso.

Segunda parte

Sin cambios tras el paso por vestuarios se reanudó el partido. El Real Zaragoza adelantó líneas y pasó a vivir en campo rival. Bebé, con dos disparo lejanísimos, fue el primero en encender las alarmas de un Burgos al que parecía no importarle estar dominado por su rival. Atienza, tras un lance con Bermejo, vio la amarilla en el 59’. El inicio de segunda parte espoleó a La Romareda y, alcanzada la hora de encuentro, Calero y Escribá agitaron con permutas el partido: Pau Sans y Vada sustituyeron a Puche y Bermejo en el Real Zaragoza y Mourad hizo lo propio con Gaspar en el Burgos.

El cambio de Vada multiplicó el despliegue de Luna que, con el argentino hundido, tuvo una autopista en la banda derecha zaragocista con un caro peaje: Matos, que completó un actuación defensiva de alto nivel. Calero efectuó un doble cambio en el 70’: Fran García y Valcarce ocuparon los lugares de Matos y Bermejo, en cambios que nada alteraron en el esquema burgalés. Seguidamente, Gámez sustituyó a Luna en el lateral diestro maño.

Con el paso de los minutos, el Real Zaragoza perdió dinamismo con balón y manchó con imprecisiones casi constantes sus mejores minutos del partido. El Burgos trató de golpear mediante centros al área que siempre encontraron la misma respuesta: Jair, que se erigió como el baluarte defensivo zaragocista. Cristian se quitó de manera poco ortodoxa un disparo lejano de Curro que hizo un extraño efecto.

El Real Zaragoza pareció dar por bueno el punto y manifestó su poca ambición demorando cada puesta del balón en juego. Pese a ello, Goldar estuvo cerca de adelantar a los locales con un despeje en propia puerta. La Romareda comenzó a desesperarse y trasladó al equipo, con pitos y cánticos, su descontento. Gámez vio la amarilla, la quinta de la temporada (baja ante el Lugo) por cortar un contraataque con el equipo volcado.

En el 85’, Zapater, ovacionado, dejó su sitio a Grau, que hoy fue opción por delante de Alarcón o Molina. Zabaco y Juan Hernández comparecieron también por parte del Burgos en detrimento de Curro y Mumo. Encontró, un día más, una buena solución el Real Zaragoza en Pau Sans, que desbarajustó la zaga visitante con movimientos y forzó varias faltas. Pese a la presencia en campo rival blanquilla de los últimos minutos, los de Escribá no inquietaron a Caro y el partido acabó 0-0.

Real Zaragoza y Burgos firmaron tablas, al igual que el curso pasado en La Romareda, en un choque con poca historia que ninguno tuvo intención de llevarse.