El Real Zaragoza volvió de El Alcoraz con un punto y la sensación de que el partido se le había escapado de las manos. En buena medida, esa sensación se justifica en la expulsión sufrida por Alberto Zapater a diez minutos del descanso.
La primera roja directa que sufre el capitán blanquillo en toda su carrera profesional llegó, según el colegiado López Toca por “levantar el pie, impactando a un adversario en la zona de la cara poniendo en riesgo la integridad física del mismo, derribándole, en la disputa del balón”.
Ahora, los servicios jurídicos del club recurrirán la expulsión del capitán. Para ello, deben demostrar a través de las imágenes que Zapater no golpeó en el rostro a Sielva, razón esencial de la tarjeta roja. Una misión complicada, pues, a través de la televisión, no se pudo observar el momento exacto del impacto con absoluta claridad.
El propio futbolista del Real Zaragoza advirtió en declaraciones posteriores al encuentro que no había golpeado al futbolista de la SD Huesca en el rostro y lo que sí se puede observar es que no hay mala intención, pues incluso encoge la pierna para evitar el impacto. En cualquier caso, la decisión se encuentra ahora del departamento jurídico del club, que deberá convencer al Comité de Competición
Pendiente del recurso de Zapater, lo que parece seguro es que el Real Zaragoza contará con numerosas bajas frente al Albacete. Además del capitán, tampoco estarán los lesionados Mollejo, Luna, Jaume o Vigaray. Como seria duda aparece Iván Azón, que ya pisa el césped pero cuya presencia en el partido parece muy justa dentro de los plazos marcados para su vuelta.
Por si fuera poco, el cuadro aragonés cuenta con las bajas de Quinteros y Bebé, convocados por sus respectivas selecciones. En el caso del caboverdiano, se intentará que pueda regresar tras la disputa del primero de los dos encuentros frente a Eswatini, pundiendo estar de vuelta a tiempo para el choque.