Con el empate frente a la SD Huesca el Real Zaragoza de Escribá sigue con la tarea pendiente de encadenar dos victorias consecutivas. Tras golear al CD Leganés en casa el conjunto aragonés se encontraba con la oportunidad de dar un golpe encima de la mesa y alargar esa racha. Pero las tablas en El Alcoraz y la victoria de la Ponferradina ante el Deportivo Alavés vuelven a acercar al equipo a la zona de descenso, de donde no consigue alejarse.
Desde que Fran Escribá es técnico del club aragonés, este no ha sido capaz de ganar dos partidos seguidos. Fue con Juan Carlos Carcedo, en las jornadas 5 y 6 cuando se consiguió este logro. Y la cita del pasado domingo era el momento perfecto para romper la maldición y poder así comenzar a mirar hacia arriba. Pero un gol del Huesca al borde del descanso, tras una mala recepción de Cristian Álvarez, deja al equipo en peor posición que al inicio de la jornada.
Además, la Ponferradina, último equipo con el farolillo rojo, consiguió una importantísima victoria frente al quinto clasificado, el Alavés. De esta manera vuelve a echarle el aliento en la nuca al Real Zaragoza, que parece no poder despegarse del conjunto leonés.
Pese a todo, los zaragocistas llevan cuatro semanas sin conocer la derrota, desde aquel 3-0 en La Rosaleda frente al Málaga. El próximo rival, situado en la zona de play-off de ascenso, será el Albacete. Esto no suena muy alentador puesto que el conjunto de Escribá no ha sido capaz de ganar a ningún equipo de la zona alta. Además, el sumar de tres en tres en estas jornadas es vital para llegar a los 50 puntos en los que, como cada año, se estima que estará la salvación.