Tras la salida de Sabin Merino dirección a México, el número 10 del Real Zaragoza. El '10' no es un dorsal más. Jugadores como Maradona, Pelé, Ronaldinho o Leo Messi han hecho de este número un estandarte e iconos zaragocistas como Marcelino y Gustavo Poyet han conseguido defenderlo con la camiseta blanquilla.
En la asignación de nuevos dorsales para esta temporada se le dio este número a Sergio Bermejo y no por casualidad. Desde su llegada, el jugador madrileño ha dado señas de ser un futbolista diferente. Un futbolista que debería ser capaz de marcar las diferencias por la calidad que atesora en su zurda, pero lo cierto es que estos momentos de brillantez han sido a cuentagotas.
A pesar de ello, Bermejo, de la mano de Fran Escribá, ha conseguido sobreponerse a los baches en su rendimiento y a las lesiones que ha sufrido y encontrarse con una buena versión de sí mismo. En las dos últimas jornadas y ante rivales de gran entidad, fue protagonista total en el empate ante el Levante UD con un buen tanto y fue un el socio de Fran Gámez en su golazo ante Granada CF.
No solo se trata de las contribuciones directas en los goles de su equipo - las últimas dos han supuesto 4 puntos - sino también el mérito de sus acciones. Se atreve a encarar más y lo hace con mayor acierto, aporta dinamismo y peligro en cada acción que pasa por sus botas. En las dos últimas jornadas ha logrado explotar su potencial y ha mostrado lo que se espera de él: ser uno de los futbolistas destacados del Real Zaragoza.