El fútbol español se ha vestido de luto al conocer el fallecimiento de Arsenio Iglesias. El entrenador gallego moría a los 92 años de edad con una trayectoria a sus espaldas que le llevó a dirigir equipos como el Real Madrid y el RC Deportivo, pero también, durante una temporada, al Real Zaragoza.
Como ahora, aquel conjunto blanquillo militaba en Segunda división. Fue en la temporada 1977/78, tras haber caído al pozo el curso anterior, de la mano de Lucien Muller. Apuesta de Avelino Chaves, Arsenio llegó a la capital del Ebro con dos ascensos a sus espaldas, los que había conseguido con el Dépor, en la 1970/71 y con el Hércules, en la 1973/74.
Un equipo que contaba con buena parte de la plantilla con la que se había consumado el descenso. Aunque habían quedado fuera del proyecto futbolistas veteranos como Planas, Violeta, Manolo González o Rico, permanecían otros como Arrúa, Manolo Nieves o Juanjo, claves en el ascenso. Se sumaron además al plantel canteranos como Víctor Muñoz o Jesús India y fichajes de la talla de Pichi Alonso, Oñaederra, Camús, Mendieta o el argentino Enrique Oviedo.
Al equipo le costó arrancar. Sólo se consiguió una victoria en las cinco primeras jornadas, en las que se doblegó al Oviedo, se empató frente a Dépor, Getafe y Castellón, cayendo además en casa del Sabadell. Así, el 9 de octubre de 1977, en partido frente a Osasuna, Arsenio Iglesias conoció por primera vez la ira de La Romareda. Tras adelantarse en el inicio y tratar de conservar la renta durante el resto del partido, el público mostró su enfado con pañuelos y gritos de ‘fuera, fuera’ dirigidos, tanto al palco como al banquillo.
Un ambiente caldeado que se mantuvo durante todo el curso, pese a que el equipo fue capaz de enderezar el rumbo. Aquella temporada se recuerda por un fútbol aburrido del Real Zaragoza que encendió los ánimos de la afición hasta el punto de condicionar los cambios del entrenador. Tanto es así, que Arsenio Iglesias fue abucheado incluso después de haber conseguido el objetivo del ascenso. Algo que provocó que el técnico gallego abandonara el club al final de temporada para marcharse al Burgos.
Pese a todo, aquel Real Zaragoza es el único que ha conseguido convertirse en campeón de Segunda división. Lo hizo además como el equipo más goleador de la categoría, con Pichi Alonso anotando hasta 22 goles. Un recuerdo agridulce en la larga trayectoria en los banquillos de quien ya es mito: Arsenio Iglesias.