El Real Zaragoza visita Oviedo con el objetivo de aumentar su racha sin perder que asciende a diez encuentros y poner a prueba cosas de cara a la próxima temporada. Con la permanencia en el bolsillo y sin opciones de entrar en la Promoción de ascenso los únicos alicientes que parece tener el conjunto maño son intentar acabar lo más arriba posible en la tabla clasificatoria y ver hasta dónde es capaz de llevar esa racha positiva que atesora, así como lograr un buen puesto que les permita lograr más ingresos.
A partir de un fortalecimiento notable atrás el equipo ha sabido agarrarse a los partidos para ir sumando puntos y alejarse del descenso de forma que ya hace tiempo que dejó de ser una preocupación.
Se da la curiosa circunstancia de que esa progresión en la clasificación, cuando la situación era comprometida, se ha producido cuando el calendario se presentaba tremendamente complicado pues tenía que enfrentarse a la mayoría de los equipos de la zona de Promoción de ascenso o que estaban en ascenso directo y, si no respondía, entrar en descenso podía ser un peligro real.
Con la tranquilidad de no tener el descenso pegado a los talones el equipo aragonés visita Oviedo con las bajas de sus dos jugadores más importantes, el guardameta Cristian Álvarez, tras ser expulsado en la pasada jornada frente al Las Palmas por doble amarilla, y la su máximo goleador, Giuliano Simeone, que en ese mismo encuentro sufrió un esguince de grado I en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda.