Durante esta temporada una de las posiciones que más complicaciones ha supuesto ha sido sin duda la delantera. Uno de los motivos han sido las lesiones a lo largo de la temporada de la práctica totalidad de los delanteros del Real Zaragoza. El último en caer Giuliano Simeone, que decía adiós a los últimos partidos de liga tras su lesión ante Las Palmas. Estos problemas han sacado a relucir el poco fondo de armario en esta posición, con recambios que en la mayoría de ocasiones, no dan el nivel requerido.
Desde principio de temporada con la lesión de Iván Azón, hasta el final con la de Simeone, y pasando por Mollejo. El ataque zaragocista ha estado envuelto en una serie de desgracias que no permitían una continuidad en esa posición. Una cifra que refleja a la perfección es que la pareja formada por Giuliano y Azón, la dupla de oro de esta temporada, no ha disputado más de 8 jornadas junta.
A esto hay que añadir el bajo rendimiento de jugadores como Puche. Pero sin duda la mayor decepción en cuanto a delantera ha sido la de Pape Gueye, quien venía a ser el delantero referencia del equipo. Nada más lejos de la realidad el senegalés no ha disputado ni un encuentro al nivel necesario. Por otro lado, Puche tampoco ha aprovechado los minutos que tenía, pasando muy desapercibido la mayoría del tiempo.
Para la próxima temporada hay opciones, aunque muy remotas, de que Simeone extienda sus cesión un año más. Sumado a Mollejo y a los canteranos, con la irrupción de Pau Sans, quien cuenta con la absoluta confianza del club, formarían parte de una delantera que necesita un jugador referencia para funcionar como debe. Por lo que una de las tareas pendientes del Real Zaragoza de cara al año que viene pasa por afianzar bien esta posición.
Faltan, si no continúa Simeone, dos buenos delanteros de área. Hay que contemplar que la liga de segunda es muy larga y se darán lesiones, expulsiones, bajas formas, etc. Pero claro, si se vende a Francés o a Francho para traer a otro Gueye cobrando 700.000 euros al año el fiasco puede ser de marcar una época. Hay que potenciar el equipo en todas sus líneas, sobre todo en la delantera, pero sin traspasar a los pilares del equipo, Francés, Francés y Azón. Pero las noticias que llegan de los voceros preocupan, si volvemos a las mismas prácticas que la Fundación no tendremos que preguntar si para este viaje (de cambiar de propiedad) hace falta cambiar las alforjas. Estaremos atentos.