Fran Escribá ha comparecido en rueda de prensa después de la derrota del Real Zaragoza en Can Misses ante el Ibiza. El técnico ha desgranado el encuentro: “Fue un partido con muy poco ritmo. Nos concedían la posesión y fue difícil generar ante la defensa de 5 y, además, perdimos al mejor jugador para acción individual”. El valenciano ha afirmado que “ellos esperaron un fallo para adelantarse” y asegurado que “con el gol manejaron bien la situación”.
El ex del Celta incluyó varias novedades en la alineación y las ha justificado: “El once demostraba que queríamos ganar. Mollejo estaba en condiciones y Manu Molina era porque íbamos a tener mucha posesión”. Escribá no ha querido a ver sangre de la derrota: “De normal, es un partido que en el 90% acaba 0-0. Enhorabuena al Ibiza y a pensar en lo que queda”.
Zapater, al que ya se refirió en la rueda de prensa previa al choque, no ha disputado ni un minuto. Preguntado sobre él, ha tratado el tema con frialdad: “El mayor respeto es tratarlo como hasta ahora. Si nos hubiéramos puesto por delante, probablemente hubiera sido el cambio”.
Pese a que Escribá no se marcha satisfecho, ha admitido que “los jugadores se lo dejaron todo” y que “faltó tener más acierto”. Aún así, el entrenador del Real Zaragoza ha mandado un aviso: “Siempre estás enfadado con determinados jugadores. No me gusta verbalizarlo, salvo en casos excepcionales”. El técnico ha aprovechado la ocasión para describir una de esas situaciones: “Tienes a Larra contra Nolito y había que hacerle llegar balones. El jugador se ofusca y elige mal”.
Escribá ha terminado su comparecencia advirtiendo y exigiendo: “El rendimiento colectivo debe subir en casa y fuera. Si uno quiere aspirar a ser importante, hay que ser fuerte”.