Maikel Mesa reafirma su olfato goleador: así estuvieron los nuevos fichajes
La pretemporada del Real Zaragoza continua y lo hace, de nuevo, con una victoria. Fue un triunfo complicado, conseguido por Iván Azón en los minutos finales del tiempo reglamentario. Ante el CD Teruel hemos podido ver más a los que ya participaron el miércoles y el gran protagonista es el mismo que ante el filial: Maikel Mesa. A pesar de que ha viajado con el equipo, Sergi Enrich no se ha cambiado y no ha participado en el amistoso, igual que Lecoueche, que sigue recuperándose de sus molestias.
El tinerfeño volvió a ser de la partida, aunque esta vez junto a Sinan Bakis y Toni Moya, por lo que de los cuatro fichajes disponibles para hoy, solo Marc Aguado ha salido desde el banquillo. El centrocampista volvió a destacar en su segundo partido bajo las órdenes zaragocista y fue el encargado de abrir el marcador al borde del descanso, demostrando así una vez más su buena relación con el gol. El ex del Albacete, intentó asociarse con balón y posicionalmente se ubicó cerca del área. Un día más, fue el más destacado de las nuevas incorporaciones.
Sinan Bakis, por su parte, se estrenaba como titular y, aunque no vio portería, dejó pistas sobre sus características: jugó bien de espaldas y generó ventajas . Tuvo el gol en un pase atrás de Chema Aragüés, el cual el ariete ex del Andorra remató de primeras, pero se encontró con un defensa local que desvió el balón a saque de esquina.
Otro que se estrenaba como titular es el mediocentro Toni Moya, formando de inicio con Jaume Grau como pareja. Estuvo muy preciso con el balón y fue el cerebro de las sala de máquinas, generando peligro con balones en largo y moviendo al equipo a su antojo cuando disponía del esférico. Dejó muestras de su calidad con los desplazamientos y su buen rigor para tocar el balón.
Por último, Marc Aguado entró tras el descanso sistituyendo a Jaume Grau para formar mediocentro con Francho Serrano. Fue un partido poco propicio para su fútbol de posesión ya que el Real Zaragoza no consiguió monopolizar el balón, a excepción del último tramo, donde la superioridad física zaragocista hizo mella sobre el cansancio local.