Al contrario que en las últimas cuatro semanas, el Real Zaragoza parece haber dado hoy un paso atrás. Tanto en el juego como en las sensaciones y como en el resultado. La derrota de hoy (1-3) ante el Burgos CF alerta que a pesar de la mejoría desde la llegada de Víctor, el descenso es un peligro real y la salvación un camino largo y duro con distancia aún por recorrer.
Tras el partido, el técnico local ha comparecido en rueda de prensa. En contraposición a las últimas jornadas, las declaraciones del aragonés no fueron positivas. En primer lugar, Víctor lamentó algo que normalmente elogia de los suyos: las ganas y la intensidad. "La sensación que tengo es que no hemos saltado al campo con la predisposición de jugar una final. Eran 3 puntos de oro y sellar la permanencia, y no hemos mostrado sangre en los ojos para ganar por encima de todo." Respecto al partido, ha lamentado los errores y la efectividad visitante: "El castigo ha sido excesivo. Hay que admitir que hemos tenido errores importantes que nos han costado el partido."
Analizando lo que viene por delante, el técnico ha querido mandar un mensaje de alerta claro y directo: "Anticipé hace unas semanas que íbamos a sufrir. Falta ganar un partido cuanto antes y puede ser en Oviedo. Hay que levantarse inmediatamente y pensar en el Oviedo. Espero no perder a nadie más. Será otra final". Por último, Víctor no ha escondido que "la derrota le deja preocupado" y que "esperaba una respuesta diferente del grupo por la importancia del partido".