El Real Zaragoza acudía a los Campos de Sport de El Sardinero con la única obligación de sellar la permanencia de una vez por todas. En frente, un Racing de Santander que ya casi está tocando el play-off con las dos manos. Los de Jose Alberto deben sacar un punto de los 6 que restan para disputar la promoción de ascenso y el Real Zaragoza se encomienda a la victoria -o en su defecto, al demérito de otros clubes como el Mirandés, el Alcorcón y el Amorebieta- para ser equipo de LALIGA Hypermotion una temporada más.
El feudo cántabro era una fiesta antes de comenzar el partido. La energía de la afición fue trasladada al equipo, que tuvo la oportunidad de abrir el marcador antes del primer minuto. El cuadro local mantuvo el ímpetu inicial durante los primeros compases de la contienda, pero el conjunto maño aprovechó la primera que tuvo y, tras una gran jugada, Azón puso el 0 a 1 en el marcador. Tras el tanto del '9', el Real Zaragoza comenzó a carburar y a tener presencia en campo rival. A pesar de ello, el Racing no bajó los brazos y trató de deshacerse de los nervios iniciales.
Con el paso de los minutos, el partido viró en una igualdad máxima en la que el Real Zaragoza salía ventajoso en el luminoso. Edgar Badia solventó una acción muy peligrosa de Peque en la que fue la segunda que sacó el arquero al ariete racinguista. El tiempo corría y el Real Zaragoza observaba como el Racing comenzaba a crecerse, insistiendo mediante combinaciones entre sus jugadores de ataque. Ante el dominio del Racing de Santander, emergió Edgar Badia, que voló sin motor para despejar un disparo de Aldasoro.
El encuentro se agitó como si de una coctelera se tratase y el Racing de Santander se convirtió en una fuente inagotable de llegadas con peligro. La zaga zaragocista se defendía con uñas y dientes mientras la afición del cuadro cántabro jaleaba a los suyos. El encuentro adquirió unos niveles de tensión tremendos, por lo que el Real Zaragoza trató de imponer la pausa y el sosiego, aspecto que no consiguió debido a la vehemencia del Racing de Santander.
En medio de la tensión y el vaivén del encuentro, el Real Zaragoza tuvo la oportunidad de anotar el segundo. Sin embargo, el disparo de Liso rozó en un futbolista rival y se marchó fuera casi de manera inexplicable. El encuentro, se mantuvo con una intensidad altísima hasta el final del primer tiempo y el Racing lo empató por medio de un disparo colocado de Andrés. Sin embargo, el tanto no subió al marcador debido a una falta previa de Rubén Alves, por lo que la primera parte finalizó con el Real Zaragoza por delante en el marcador.
La segunda mitad comenzó con el mismo grado de intensidad que se mantuvo durante los primeros 45 minutos. Avisó primero el conjunto que dirige Víctor Fernández por medio de Mouriño, pero su testarazo se marchó muy elevado. El conjunto santanderino continuó avisando e imponiendo el alto ritmo y el dinamismo, pero el orden zaragocista impedía que el peligro fuese a mayores. Edgar Badia apareció por enésima vez, esta vez desviando un potente disparo de Saúl.
Después de unos minutos algo más tranquilos, el partido volvió a tornar en un ida y vuelta constante. El conjunto que dirige José Alberto implantó una marcha más con respecto al físico, aspecto que ayudó a encerrar a un Real Zaragoza al que le comenzaban a fallar las fuerzas. El técnico del Racing movió ficha cuando se llegaba a la hora de partido. Impulsado por la lesión de Íñigo Vicente, Jordi Mboula ingresó al terreno de juego. Poco después, un Liso completamente extenuado dio paso a Germán Valera en la que fue la primera permuta del Real Zaragoza.
El Real Zaragoza creció en términos defensivos conforme el cronómetro corría. Por otra parte, el Racing comenzó a adolecer esa potencia inicial y veía reducidas sus llegadas con peligro. No obstante, continuó embotellando al Real Zaragoza en su campo. El conjunto aragonés, en un ejercicio de sacrificio y de pundonor, logró mantener a raya al Racing y sentenció el encuentro por medio de Sergi Enrich. Gracias al triunfo, el Real Zaragoza sella de manera definitiva la permanencia en la que ha sido una de las temporadas más turbulentas que se recuerdan.