Miguel Ángel Ramírez empieza a estar contra las cuerdas. El técnico no consigue dar con la tecla en un Real Zaragoza que empieza a acercarse de manera peligrosa a los puestos de descenso, dando gracias al Levante UD por su remontada in extremis ante el Eldense. El empate final ante el Sporting de Gijón confirmó la tendencia a la baja de un equipo cuyos números ya son mucho peores que con Víctor Fernández.
El exentrenador zaragocista quizá vislumbró lo que estaba por venir y de ahí su dimisión. Si bien es cierto que se marchó tras una racha de siete partidos sin ganar, sus cifras no fueron para nada negativas: 25 puntos en 20 jornadas. O lo que es lo mismo: una media de 1,25 puntos por partido.
Muy lejos quedan los números de Ramírez desde su debut en Elche. Sólo ha ganado un partido en ocho jornadas y el gol de Dubasin en el descuento supuso un verdadero jarro de agua fría tanto para la afición como para el propio técnico. En ocho partidos, sólo ha sumado 7 puntos al casillero del Real Zaragoza, lo que supone una paupérrima media de 0,87 puntos por partido. Dicho de otra forma: son números de descenso.
El entrenador lleva ya algunas semanas cuestionado a tenor precisamente de estos números. Y su futuro inmediato parece claro: se la jugará el próximo sábado ante el Eldense en un partido en el que sólo vale ganar. Cualquier otro resultado podría suponer la destitución del técnico, más aún si el partido acaba en derrota.
El Zaragoza ha pasado un curso más de soñar con el ascenso a verse metido de lleno en la pelea por el descenso. En caso de ganar al Eldense, darían un golpe casi definitivo por la permanencia, pues sacarían 7 puntos de ventaja al equipo valenciano. Pero si hay derrota, la situación sería dramática y el propio Eldense, que ahora mismo marca el descenso, se pondría a sólo 2 puntos de los maños.