El Real Zaragoza se ha complicado sobremanera su permanencia en LaLiga Hypermotion. Lo vivido el pasado sábado ante el Eldense en La Romareda es el peor caldo de cultivo para remar a favor. El conjunto blanquillo perdió con estrépito ante un rival directo que marcaba el descenso y que ahora le pisa la cabeza al cuadro zaragocista en la clasificación. La derrota no fue la única mala noticia. Y es que los de Miguel Ángel Ramírez, quien ya adelantó en su última rueda de prensa que no piensa en dimitir, también perdieron el golaveraje. Eso mismo le ocurre con otros tantos equipos que merodean la zona roja.
Con las sensaciones que transmite el equipo es inevitable pensar que el descenso del Zaragoza para nada es una quimera. La situación empeora por temporada y esta no es ajena a ello. Los blanquillos, con un solo triunfo en los últimos nueve partidos, son el equipo que marca la permanencia con 36 puntos, a solo dos del abismo.
Una distancia más corta cada semana debido a la buena racha que atraviesa el Eldense, su último rival. El cuadro alicantino fue capaz de venir a La Romareda, llevarse los tres puntos y también el golaveraje a favor. Un dato que cobra mayor importancia a la hora de la verdad, cuando toca pedir la cuenta de un año tan aciago como el presente.
Pero esta situación no es la única que impide a la afición zaragocista ser optimistas con su equipo. Otros clubes que merodean el descenso también se encuentran en la misma tesitura a falta de 12 jornadas para el final.
Hablamos de Burgos y Albacete, los dos equipos que andan justo uno y dos escalones por encima del Zaragoza en la tabla, respectivamente, con un punto de diferencia entre los tres. Los de Ramírez cayeron en la primera vuelta en El Plantío por la mínima y repitieron resultado en La Romareda. Lo mismo sucede con los manchegos. 0-1 venció en tierras aragonesas y 2-1 en el Carlos Belmonte. Números para echarse a temblar.
El entrenador acapara las miradas en esta situación tan delicada. Tras el final del partido ante el Eldense, la afición expresó su enfado con pitos, mensajes en las redes y comentarios de todo tipo. El mensaje era unánime: Miguel Ángel Ramírez debía ser cesado, un reproche que hicieron extensible al director deportivo Juan Carlos Cordero.
El míster canario, sin embargo, se ven con fuerzas para sacar adelante la situación y no tiene en mente dar un paso a un lado. Se prevé una semana difícil en el entorno blanquillo.