Se trata del cuento de nunca acabar. Pablo Comas, exmandatario recreativista, ha perdido el 100% de sus acciones en el Decano al ser expropiado por el Ayuntamiento de Huelva, sigue adelante la querella interpuesta por el colectivo Recre Trust e Infotelwi le dio la espantada después de tener firmado un contrato de compra-venta con ellos. Aunque el empresario madrileño ha sacado pecho en las últimas fechas anunciando que el Tribunal Económico Administrativo Central estimó en parte sus reclamaciones contra la Agencia Tributaria, comunicara que había sido admitida a trámite su demanda contra el consistorio onubense y tender la mano a Gabriel Cruz para desbloquear la actual situación del club, Comas está dispuesto a morir matando.
El primer objetivo del exmandatario albiazul es Felipe Cascajo, dueño de Infotelwi. Comas ha asegurado este miércoles a Viva Huelva que “por supuesto que va para adelante” la denuncia de Gildoy contra Infotelwi por las obligaciones asumidas en el contrato de compra-venta.
En dicho contrato, al que ha tenido acceso Viva Huelva, recoge la facultad de Gildoy España de reclamar a Infotelwi “las acciones de cumplimiento y resarcimiento de daños y perjuicios” en el caso de incumplimiento de las obligaciones de pago asumidas en este contrato de compra-venta del Recreativo de Huelva. Estas obligaciones o condiciones son “la no realización en su integridad y no más tarde del 30 de junio de 2016 la aportación para la finalización de la temporada y de todos cuantos recursos sean necesarios para la viabilidad del club” y “el impago de cualquiera de los pagos debidos por la parte compradora por razón del precio contingente” (que suele referirse a algo que es probable que ocurra, aunque no se tiene una certeza al respecto).
Ese precio contingente se refiere, según este contrato de compra-venta, a los siete millones que pide Gildoy España a Infotelwi por el 75% del paquete accionarial del Decano.